Habilitaron la planta de tratamiento de residuos patológicos
Se trata de los desechos de todos los hospitales, clínicas, veterinarias, farmacias y establecimientos relacionados con la salud, que hasta ahora sólo eran depositados transitoriamente.
Para ello se inauguró una planta de tratamiento especial, ubicada en el distrito Capdeville, de Las Heras. Allí, la empresa TYSA (que se asoció a Lamcef), construyó hornos especiales para el proceso. El sistema de tratamiento está basado en dos: “Termodestrucción por incineración pirolítica y Esterilización por autoclave”.
Hasta hace algunos años la incineración se hacía en los hornos del cementerio de Capital, generando un foco de contaminación en los alrededores. Luego de varias acciones encaradas por los vecinos de Las Heras y por organizaciones defensoras del ambiente, se decidió cerrar los hornos crematorios (en 2007) y se procedió a la implementación del nuevo sistema que se gestó a través de la concesión. Por eso la empresa, que es del grupo Pescarmona, tendrá ahora a su cargo la recolección, el traslado y la disposición final de los residuos patológicos. A cambio, le cobrará a cada operador por los desechos. Se calcula que el precio rondará los 19 pesos por kilo.
Luego de que se realizan los distintos procesos en la planta de Capdeville, los restos de los residuos serán trasladados al basural de El Borbollón, donde se dispondrán en un terreno impermeabilizado.
Por día, el sistema está preparado para tratar 14 toneladas de residuos. Vale recordar que ya hay acumuladas miles de toneladas de desechos. Todos los centros sanitarios públicos, sanatorios privados, clínicas, veterinarias, farmacias están obligados a contratar el servicio, pues son generadores de ese tipo de residuos peligrosos.
“Los residuos llegan en cajas al sector de ingreso, luego se ponen en acopio y primero van a una cámara de frío antes de iniciar el tratamiento con un sistema de esterilización con autoclave, y por otro de termodestrucción. Cuando se elimina toda la contaminación que puedan tener, son derivados a El Borbollón”, explicó Martín Ísolo, jefe operativo de la Planta.
En total, la construcción de los hornos y la infraestructura para que funcione el sistema demandó una inversión de $30 millones. En el mismo lugar funcionará en el futuro el horno crematorio de la Capital.
Para ello se inauguró una planta de tratamiento especial, ubicada en el distrito Capdeville, de Las Heras. Allí, la empresa TYSA (que se asoció a Lamcef), construyó hornos especiales para el proceso. El sistema de tratamiento está basado en dos: “Termodestrucción por incineración pirolítica y Esterilización por autoclave”.
Hasta hace algunos años la incineración se hacía en los hornos del cementerio de Capital, generando un foco de contaminación en los alrededores. Luego de varias acciones encaradas por los vecinos de Las Heras y por organizaciones defensoras del ambiente, se decidió cerrar los hornos crematorios (en 2007) y se procedió a la implementación del nuevo sistema que se gestó a través de la concesión. Por eso la empresa, que es del grupo Pescarmona, tendrá ahora a su cargo la recolección, el traslado y la disposición final de los residuos patológicos. A cambio, le cobrará a cada operador por los desechos. Se calcula que el precio rondará los 19 pesos por kilo.
Luego de que se realizan los distintos procesos en la planta de Capdeville, los restos de los residuos serán trasladados al basural de El Borbollón, donde se dispondrán en un terreno impermeabilizado.
Por día, el sistema está preparado para tratar 14 toneladas de residuos. Vale recordar que ya hay acumuladas miles de toneladas de desechos. Todos los centros sanitarios públicos, sanatorios privados, clínicas, veterinarias, farmacias están obligados a contratar el servicio, pues son generadores de ese tipo de residuos peligrosos.
“Los residuos llegan en cajas al sector de ingreso, luego se ponen en acopio y primero van a una cámara de frío antes de iniciar el tratamiento con un sistema de esterilización con autoclave, y por otro de termodestrucción. Cuando se elimina toda la contaminación que puedan tener, son derivados a El Borbollón”, explicó Martín Ísolo, jefe operativo de la Planta.
En total, la construcción de los hornos y la infraestructura para que funcione el sistema demandó una inversión de $30 millones. En el mismo lugar funcionará en el futuro el horno crematorio de la Capital.
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