En Mendoza 4 de cada 10 personas tiene problemas con el agua potable
Por Sofía Fernández
Es el recurso fundamental y en Mendoza escasea. No sólo por
el quinto año consecutivo de crisis hídrica, sino también por otros problemas.
Según una encuesta realizada por la red ambiental OIKOS, cuatro de cada diez
mendocinos tiene problemas con el suministro de agua, sea por la cantidad o la
calidad.
La encuesta se realizó como parte de la formulación
estratégica de un mapa del agua, con la idea de recoger las principales
inquietudes y reclamos sobre el tema.
Los cortes de agua y baja presión son los problemas más
frecuentes. El 80% de los consultados afirmó haber tenido problemas de cortes
que ellos atribuyen a roturas de caños (69,6%), derroches de vecinos (27,8%) y
salinidad, turbidez (2,5%). Sin embargo, los principales reclamos se centran en
cuestiones de calidad de agua. El 54,7% reclamó sentir olor o sabor a cloro en
el agua y un 34,1% turbidez, dureza. Un dato curioso es el elevado porcentaje
de mendocinos que desconfía del agua, 9,1% afirmó que utiliza algún tipo de
purificador y el 1,8% haber padecido contaminación del recurso hídrico.
El 67,6% de los usuarios recibe agua de Aysam, 19,3% de
alguna red municipal, el 4,7% de cooperativas, 4,4% de pozo, y en menores
porcentajes el suministro proviene de perforaciones con bomba a motor,
perforación manual o transporte cisterna. Con respecto a este último, el 70% de
las personas que obtienen el agua potable en sus viviendas a través de camiones
cisterna, manifestó haber tenido algún tipo de problema.
Al respecto, Eduardo Sosa, titular de la red ambientalista
OIKOS explicó: “Hasta el momento la mayor inquietud de los usuarios respecto a
la calidad del agua es la desconfianza en ella, hay que ver que las
estadísticas nos indican que 4 de 10 mendocinos presentan algún problema con el
agua, y ese es un número muy importante en una provincia de casi dos millones
de habitantes”.
Con respecto a la cantidad, Eduardo Sosa comentó a Diario
Vox: “Hay un enorme porcentaje de la población que se queja de la falta de agua
por cortes, eso muestra la vulnerabilidad del sistema de distribución, lo cual
está necesitando un menor consumo per cápita y una mayor capacidad de potabilización”.
En conclusión a los reclamos de los usuarios, OIKOS pudo determinar que las
inquietudes con respecto a la calidad del agua tienen solución fácil y rápida
(inconvenientes de turbidez, dureza, sabor y olor a cloro). En cuanto a la
cantidad, también hay solución y tiene que ver con la implementación de
tecnologías que mejoren la estructura y de gestión para hacer hincapié en la
concientización y el uso responsable del agua.
En síntesis, el objetivo del mapa es de gestión ambiental.
“Queremos solucionar conflictos puntuales con respecto al tema del agua en
Mendoza. Hacer un mapeo para determinar dónde se encuentran los casos que más
preocupan y de allí se van a seleccionar diez situaciones pero vamos a trabajar
sobre la totalidad de los conflictos, llevando los problemas a los operadores y
al EPAS y la idea es que en conjunto podamos solucionarlos”, resumió Sosa.
En cuanto a la crisis hídrica, desde OIKOS manifestaron: “Se
pueden llegar a paliar las consecuencias. Hay un gran elemento que es el cambio
climático pero se pueden atenuar los efectos en conjunto. También parte de la
crisis la hemos ocasionado nosotros con la contaminación del recurso y
derroches. Entonces creo que hay aspectos en los que se puede trabajar y otros
en el los que tendremos que paliar las consecuencias”.
