El calvario que vivieron cinco mendocinos abusados por su tutor: los alimentaban con "toda la comida llena de sangre"

"Una manera de castigarnos fue comernos nuestros propios vómitos", contó una de las víctimas de los terribles episodios ocurridos en nuestra provincia.

En las últimas horas, cinco hermanos, actualmente mayores de edad, revelaron el calvario que vivieron durante 10 años con un hombre que ofició de tutor en Mendoza.

El hombre, en la actualidad, está detenido. Así y todo, una de las víctimas teme que salga en libertad.

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Una de las hermanas, María Belén, contó que cuando eran chicos vivían en un hogar de nuestra provincia, hasta el hombre en cuestión y su pareja se presentó en la institución con el objetivo de adoptarlos.

Si bien eso nunca se concretó, los chicos estuvieron bajo su mando hasta que cumplieron 18 años.

"Él trabajaba en una carpintería y cuando llegaba, ella le decía lo que cada hermano había hecho durante el día y él empezaba a llamarnos, ya sabíamos que iban a golpearnos. Por ejemplo, nos encerraban en el baño con camperas, mochilas y cosas pesadas. Ponían alcohol adentro de un tarro, prendían el agua caliente (que eso hacía vapor) y nos dejaban encerrados ahí adentro y encima nos decían que teníamos que hacer flexiones de brazo", reveló la mujer que actualmente tiene 36 años.

Según ella misma contó, los cinco llegaron a esa casa en el 1993, y recién en 2004 pudieron escapar del terror. "No tenemos memoria de haber pasado un día domingo todos en familia. Mis hermanos que no fueron abusados, sufrieron también las penitencias. Una manera de castigarnos fue comernos nuestros propios vómitos. Nos sentábamos a comer y siempre pasaba que alguna de la comida a alguno no le gustaba y ella nos pegaba con sus manos llenas de anillos en la boca, y al primero que le salía sangre, se tenía que comer toda la comida llena de sangre", subrayó.

Además, detalló que si bien en 1995 fue radicada la primera denuncia por maltrato, lo cierto es que las autoridades hicieron oído sordo y nadie prestó atención a lo que ocurría dentro de esa vivienda.

Inclusive, sostuvieron que la pareja ocultaba todo cada vez que asistentes sociales iban a visitarlos. Durante esos días, las criaturas aparentaban estar en condiciones, con ropa limpia y en buen estado físico, lo que a simple vista no hacía pensar que sufrieran violencia. "Nadie vio nada ni hizo nada y durante 10 años padecimos todo eso", se lamentó María Belén en comunicación con C5N.

Más adelante en la charla, explicó que la violencia derivó en que los hermanos comiencen a separarse. Ni bien cumplió 18 años el más grande, consiguió trabajo en otro lado y se fue de la vivienda.

"Nosotros hoy por hoy lo podemos hablar, nos costó muchísimo incluso entre nosotros, pero nos costó la desunión de hermanos, que cada uno se fuera al cumplir 18 años y después nos volviéramos a encontrar. Uno de mis hermanos fue el más damnificado, él padeció muchos golpes, hasta los 14 años se hacía pis encima. Se pudieron ir porque una señora de una colonia los llevó a la comisaría a dos de mis hermanos, y fue ahí cuando actuó una jueza de turno. El padre de un amigo fue a buscarlos, y ahí se fueron de la casa. Luego de uno de ellos se buscó un trabajo y empezó a hacer su vida solo".

Por último, María Belén dijo que los cinco temen que este hombre quede en libertad si la causa prescribe, es por eso que le piden a la Justicia que no lo dejen salir. "Yo tengo mucho miedo de que este hombre ande libre por la calle. Una persona mala nunca cambia y no creo que duerma tranquilo. Este caso no puede quedar en la nada, vivimos mucho tiempo con miedo y creemos que bajo ninguna circunstancia este hombre puede estar libre. Si él vuelve a la calle, la Justicia va a ser la responsable si nos pasa algo".

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