Condenaron a cinco personas que vendían bebés en Guaymallén

El estremecedor caso ocurrió en 2009 y ninguno de los acusados irá a la cárcel.

Un caso estremecedor que sacudió en los últimos años a toda la provincia de Mendoza, por la realización de abortos, partos e incluso, la venta de bebés, finalmente tuvo condena este viernes y dejó mucha controversia.

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Cinco personas fueron condenadas por operar una clínica clandestina dedicada a la realización de partos y la venta de bebés. La trama de horror salió a la luz en febrero de 2009, en el departamento de Guaymallén.


Los obstetras Ernesto Aveiro, fallecido el año pasado a los 86 años, y Silvia Lorenzo (69), junto con Diego Funes (45), cuidador e hijo de Lorenzo, la médica y secretaria Hilda Griselda Morán (65), y Roxana Ascanio (53), una vecina que colaboraba en la clínica, fueron sentenciados a tres años de prisión en suspenso, lo que implica que no cumplirán la condena en la cárcel.

El escándalo estalló cuando la policía, siguiendo la pista proporcionada por la denuncia anónima, llevó a cabo allanamientos en una vivienda de la calle Álvarez Condarco y otra en la calle Sarmiento en San José.

En estos lugares, los oficiales descubrieron la existencia de dos clínicas ilegales donde se realizaban procedimientos clandestinos. Dentro de la casa de la calle Álvarez Condarco, la policía encontró una sala de espera destinada a los pacientes y un quirófano equipado con estribos para partos, material quirúrgico y desechos biológicos como placenta y gasas con sangre.

Lo más impactante fue el hallazgo de una bebé de pocos días de nacida, abandonada en una cuna. En el otro domicilio, en la calle Sarmiento, una vecina, al notar la presencia policial, intentó esconder a un bebé de tres meses debajo de una cama.

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La investigación reveló una operación atroz: las mujeres que llegaban a la clínica con la intención de abortar eran persuadidas para continuar con el embarazo. Durante este tiempo, recibían dinero para cubrir sus gastos. Al dar a luz, sus bebés eran vendidos a otras familias. 

El precio de los bebés variaba, comenzando desde $20.000.

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