Chanta total: imputaron al adiestrador de perros por plantar pruebas falsas en la búsqueda de Viviana Luna

El hombre está imputado por falsa denuncia, falso testimonio, encubrimiento y usurpación de títulos y honores.

Un adiestrador de perros de rastreo de personas fue imputado hoy de "plantar" restos óseos y otras pruebas falsas en una causa relacionada a la búsqueda de Viviana Luna, quien está desaparecida desde diciembre de 2016 en Potrerillos, informaron fuentes judiciales.

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Se trata de Marcos Herrero, oriundo de Rio Negro, quien ha actuado anteriormente en casos de resonancia mediática y que fue apresado el viernes pasado en esa provincia y trasladado a Mendoza por personal de la División de Homicidios de la Policía por pedido de la Justicia local.

Según las fuentes, el sospechoso se negó a declarar ante la justicia y el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello le imputó los delitos de falsa denuncia, falso testimonio, encubrimiento y usurpación de títulos y honores.

Entre las pruebas que comprometen al perito contratado por la familia de Luna, y cuyos perros no están certificados por la Dirección Nacional de Cinotecnia del Ministerio de Seguridad de la Nación, se determinó que plantó restos óseos de un mismo cadáver con perfil masculino en diferentes escenas ya rastrilladas.

El Laboratorio de Huellas Genéticas de Mendoza determinó que los huesos hallados en Potrerillos -pertenecientes a un hombre- son iguales a los que el rastreador encontró en San Cruz al participar contratado por la familia de la búsqueda de una mujer identificada como Marcela López, quien fue vista por última vez en mayo último en esa provincia.

El detenido vino a Mendoza para buscar a Viviana Luna, a pedido de sus familiares. 

Para ello fue clave el trabajo del mencionado laboratorio perteneciente al Ministerio Público, a cargo de Miguel Marino, quien dijo a la prensa que "lograron tener un perfil masculino" de los restos óseos supuestamente hallados por Herrero en el inmueble de Potrerillos y añadió que "surgió la inquietud de ver si los huesos que se habían hallado en Santa Cruz pertenecían al mismo individuo", lo que fue corroborado por el laboratorio con las ultimas extracciones.

Marino resaltó que los restos óseos fueron "groseramente contaminados" por Herrero.

Además, escuchas telefónicas, declaraciones de allegados y un video en el que se lo observa manipulando la presunta falsa evidencia lo comprometen, detallaron desde el Ministerio Publico Fiscal.

En tanto, el fiscal en jefe Fernando Guzzo resaltó que "de todas las sospechas que había en otras jurisdicciones, nadie había hecho hasta hora este trabajo minucioso para poder llegar a estas conclusiones" y añadió que "existe una firme posibilidad de que frente a la contundencia de la prueba esto pueda terminar prontamente en un juicio abreviado".

Guzzo adelantó que podría haber otras personas involucradas en los hechos y se van a investigar posibles encubrimientos.

el caso

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Tras ser contratado por la familia de Luna, a fines de septiembre, Herrero llegó junto a sus perros a la provincia con el objetivo de buscar elementos que puedan dar con el paradero de la mujer y fue en un inmueble abandonado en Potrerillos que hallaron restos óseos, entre otros elementos como un monedero y una nota en la que se intentaba asociar el caso a trata de personas y se mencionaba a distintas personalidades de la política y funcionarios judiciales y policiales.

Además, a los investigadores les llamó la atención que el mismo día de su arribo a la provincia Herrero encontrara esas supuestas evidencias que incluyeron parte de un cráneo y a mediados de octubre se logró determinar que no pertenecían a Luna.

Por otro lado, Herrero participó en el caso de Facundo Astudillo Castro, entre otras causas resonantes, siempre a pedido de los familiares de las víctimas.

En Mendoza, la familia Luna inició meses atrás una campaña y una colecta para poder recolectar los fondos que pedía el hoy imputado para utilizar sus perros rastreadores.

La mujer está desaparecida desde el 7 de diciembre de 2016, cuando se dirigía a una entrevista de trabajo en Potrerillos y desde entonces nada se supo de ella y la familia junto a amigos continúan en su búsqueda y el pedido de justicia.

Al cumplirse cinco años de su desaparición, familiares y allegados piden respuestas al Poder Judicial para saber qué pasó con la mujer y sus hijos sostienen que "a las personas no se las traga la tierra" y plantean sus dudas con respecto a la hipótesis del suicidio.

En ese sentido, convocaron a una concentración y una folleteada además de una campaña en redes sociales para intensificar la búsqueda.

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