Preocupación por el significativo aumento de internados por intoxicación con monóxido de carbono

El hospital Carrillo ya recibió a 42 personas intoxicadas con monóxido de carbono en lo que va del año, contra los 25 en total de todo el 2024.

Las autoridades del hospital Carrillo encendieron las alarmas por el aumento de pacientes con cuadros de intoxicación por monóxido de carbono. Este viernes ingresó una familia compuesta por siete personas (dos adultos y cinco menores) con síntomas compatibles. 

Manejaba borracho, le hicieron test de alcoholemia y superó el máximo del alcoholímetro

El día anterior, otra familia con nueve integrantes había sido hospitalizada por la misma causa. Ambos grupos viven en el barrio San Joaquín del IPV, en Las Heras, según confirmó la directora del centro asistencial, Beatriz Montenegro.

Desde el hospital señalaron que en lo que va del año ya han atendido a 42 personas afectadas, un número que preocupa si se lo compara con los 25 casos registrados durante todo el 2024. Montenegro explicó que se realizan estudios específicos para medir los niveles de monóxido en sangre, análisis que determina si el paciente requiere internación.

El Hospital Carrillo de Las Heras. 

Con la llegada del frío, el uso de estufas, braseros y calefactores incrementa el riesgo de intoxicación. El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico, incoloro e inodoro, lo que lo vuelve particularmente peligroso. La única forma efectiva de evitar sus efectos es la prevención.

Las recomendaciones son claras: contratar siempre a gasistas matriculados, usar artefactos homologados y preferentemente con tiro balanceado, revisar que la llama sea azul y nunca amarilla o anaranjada, y verificar que los conductos de evacuación estén conectados y libres de obstrucciones.

Una mujer embarazada sufrió intoxicación por monóxido de carbono en Las Heras

Además, se aconseja no usar hornallas ni braseros como fuente de calefacción permanente y, mucho menos, durante la noche. Es imprescindible mantener una buena ventilación: no obstruir rejillas, mantener al menos dos aberturas abiertas y apagar braseros antes de dormir.

Los síntomas de intoxicación incluyen dolor de cabeza, náuseas, mareos, confusión y pérdida de conciencia. En caso de emergencia, ventilar el ambiente, cortar el gas y trasladar a las personas afectadas a un lugar aireado. Ante cualquier sospecha, llamar al 911 y no regresar al sitio hasta contar con la autorización de un profesional.

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