“Me gustaría ayudar para que se termine la violencia de genero”

Multifacética.

De esa manera podríamos definir a la reina de la Vendimia 2012 de Guaymallén, Antonella Flores, de 21 años y sensuales ojos marrones. Utilizamos esta palabra ya que la soberana se encuentra estudiando el cuarto año de la carrera de Diseño Gráfico en la UNCuyo y además comenzará durante el transcurso del 2012 su gran pasión que es la Gastronomía en una institución privada.
“Me decidí a empezar también chef debido a que este año voy a estar mucho más tranquila con mi carrera de diseñadora, que la vengo llevando muy bien. Mi abuela me enseñó todo lo que sé con respecto a la cocina, ella fue cocinera durante 25 años. Entre mis especialidades podemos encontrar más que nada lo dulce y lo agridulce”, explica Antonella.
En cuanto a presentarse como candidata, su majestad asegura que en otras ocasiones le ofrecieron la oportunidad de formar parte de este acontecimiento, pero que sin embargo recién el año pasado se decidió. “La verdad que no me voy a olvidar nunca de todo lo que viví en la celebración de mi departamento. Me hice amiga de todas las reinas distritales, pensamos en hacer muchos proyectos juntas en todo lo que dure mi reinado. Ahora en la convivencia con todas las demás soberanas nos estamos llevando muy bien, nos han contado que este grupo es de los más unidos en comparación con lo que ocurrió en años anteriores”, asevera.
A su vez, la poseedora del cetro de Guaymallén espera con muchas expectativas que llegué el día 3 de marzo, ya que nunca vivió hasta el momento un Acto Central y en este año tendrá la oportunidad de vivirlo desde un lugar más que privilegiado. Antonella representó a Puente de Hierro en una ceremonia de su comuna denominada “Voces de una historia”, mientras que el segundo lugar quedó en manos de Silvina Gisel Oliva, de Dorrego.
“No le cambiaría nada al espectáculo que se desarrolla todos los años en el Teatro Griego. Solamente sería interesante poder darle un lugar en el escenario mayor de todos los mendocinos a un coro formado por niños, que me parece que no tienen un espacio importante, por lo menos es lo que pude apreciar en celebraciones llevadas a cabo anteriormente”, relata.
Antonella nos cuenta que le gustaría poder ayudar a las autoridades locales en la erradicación de una tendencia que crece no solamente en la provincia sino en todo el país, como es la violencia de género.