Maestra dealer: otorgan prisión domiciliaria a docente de jardín que vendía drogas

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Tiene 39 años y trabaja en una escuela pública de Tunuyán. Su pareja también está involucrada.

La mujer de 39 años, se dedica a la docencia desde los 23. Fue grande la sorpresa cuando efectivos de Lucha contra el Narcotráfico irrumpieron en su domicilio el 7 de mayo pasado y se la llevaron esposada. Ahora, la presunta narcodocente logró salir del penal tras obtener la prisión domiciliaria en la misma casa donde se cree que vendía estupefacientes en Tunuyán.

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Lo cierto es que la policía venía siguiendo el rastro de la pareja de la maestra jardinera que al parecer se dedicaba al narcomenudeo. Siguieron sus movimientos y detectaron que si bien habitaba en una casa ubicada en el barrio CEC, varias noches se quedaba a dormir en la vivienda de su novia, ubicada a 600 metros.

Los pesquisas espiaron ambos domicilios y notaron que las dos personas ejercían los movimientos típicos de venta de drogas: visitantes fugaces al domicilio, pases de manos y demás.

Lo cierto es que toda la sospecha se confirmó con sendos allanamientos donde se incautaron algunas dosis de cocaína, tres frascos con semillas de marihuana, hojas y cogollos de esta planta en proceso de secado, papelillos, molinillos y demás elementos típicos de los kiosquitos de droga.

La mayoría de los elementos estaban escondidos en una bolsa de nylon en el inodoro y en una alacena.

Tras ser apresada, la docente solicitó un recupero de libertad o la prisión domiciliaria, argumentando que tiene una hija de 6 años a la que debe cuidar. Si bien obtuvo el visto bueno de la Fiscalía Federal, en primera instancia le negaron la solicitud el primer día de junio.

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Los abogados de la mujer insistieron y lograron el arresto domiciliario este viernes, dictado por la Cámara Federal de Apelaciones. Los magistrados privilegiaron la "unificación familiar" de la niña, además de tener en cuenta que la acusada no tiene antecedentes penales y hasta su propio padre aseguró que velará para que no se escape.

La presunta narcodocente, que ahora tendrá una pulsera de GPS en su tobillo, está imputada por tenencia de estupefacientes para comercialización, delito por el cual puede recibir una pena de 4 a 15 años de cárcel si es encontrada en un futuro juicio. El mismo panorama afronta su pareja.

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