¿Lo sabías? La falta de ejercicios afecta a tu cuerpo a la hora del sexo

El sedentarismo está muy atado a la falta libido, ya sea en hombres como en mujeres. En esta nota la explicación.

Aunque muchos no lo sepan, la actividad física y la sexual están meramente relacionadas, por lo que el sedentarismo puede traer problemas en el deseo sexual y hasta generar impotencia o resequedad vaginal.

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Pero lo cierto es que la ciencia ha demostrado cuáles son los beneficios de practicar deporte de forma regular y moderada para mejorar la salud física y mental. Entonces de este modo habrá más rendimiento sexual.

Distintas investigaciones científicas aseguran que hacer ejercicio mejora la salud cardiovascular, algo esencial durante la relación sexual. Es que el sexo requiere la dilatación de los vasos sanguíneos para aportar flujo de sangre a determinadas zonas erógenas, por ello, el deporte mejorará las erecciones, tanto en el caso de los hombres como de las mujeres, la erección del clítoris.

Otra de las razones por la cual el ejercicio físico mejora nuestras relaciones sexuales tiene que ver con factores metabólicos. Por ejemplo, la actividad física controla los niveles de insulina, entonces así evita trastornos metabólicos que podrían afectar a la fase de excitación sexual.

También se debe tener en cuenta el deseo y la autoestima. Hacer ejercicio nos hace sentir bien con nuestro cuerpo, lo que nos hace sentir bien con nosotros mismos, ya que nos sentimos más deseables a nuestra pareja.

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Uno de los mejores beneficios que trae al sexo hacer deportes es la resistencia. Cuanto más deporte practicamos, más "aguante" y mayor probabilidad de disfrutar del sexo sin terminar agotados y ahogados por la falta de movimiento.

Además, como el tono muscular se verá beneficiado, tanto en bíceps, abdominales, etc, también a los músculos pelvianos, consiguiendo mayor fortaleza y estimulando así el apetito sexual.

Pero más allá de todo lo físico, no podemos olvidarnos de la parte emocional, porque el ejercicio influye directamente sobre nuestro bienestar psicológico: durante la actividad física segregamos varias hormonas que favorecen nuestro estado de ánimo, como las endorfinas, que nos hacen sentir felices; la dopamina, que nos motiva y activa el centro del placer; o la serotonina, que equilibra nuestro estado de ánimo y reduce el estrés. 

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