“La gente me dice que no afloje y meta presos a los corruptos”

El gobernador Alfredo Cornejo recibió a Diario Vox para hacer un análisis de su gestión. “Teníamos un buen diagnóstico, aunque nos quedamos cortos”, aseguró sobre la situación de la provincia. La crisis «del invierno», la relación con Macri y lo que viene en el Gobierno.


Pasó un año desde que Alfredo Cornejo comenzó a perfilarse como gobernador. Pero la catarsis arrancó aún antes. Desde entonces repite que Mendoza está fundida. Y al asumir lo comprobó.  Tanto que en sus primeros tiempos en el cargo quedó encorsetado en el discurso del caos y le cuesta salir y proyectar.


Cornejo igual esta algo más distendido que el 9 de diciembre. Habla y mira de reojo el teléfono para seguir las noticias; o mejor dicho una noticia en particular: los partidos de fútbol que afetan el desempeño del Tomba en el torneo. Sobre el su escritorio tiene un ejemplar de “El Fin del Poder” y no es casualidad. El libro de Moises Naim habla sobre cómo cambió y lo efímero que puede ser el poder en estos tiempos. Como Gobernador de Mendoza lo es aún más: tiene 4 años sin posibilidad de revancha para cambiar los destinos desde de Mendoza desde el “sillón de San Martín”.


-¿Ese sillón sigue estando caliente?


-Si…tanto pelear por ese sillón... Es un sillón que viene con problemas incluidos. Teníamos un buen diagnóstico, aunque nos quedamos cortos. Es bastante más grave de lo que se permitió ver en el 2015.


-Van a cumplir 10 meses desde las elecciones. ¿No le hostiga el tema de estar tan embarrado en los mismos temas?


-Sí, pero es la realidad. Igual hacer ese diagnóstico no nos ha detenido en llevar adelante nuestro plan. Ese plan es en el caso de los proveedores verificar la deuda. En el caso de la deuda bancaria, que tiene muy concentrado todo en dos años, estamos avocados a reprogramar esa deuda.



"Si no hay caja, no hay política"


 -Todos parecen ministros de Haciende y Finanzas en el Gabinete.


-Es que si no hay caja, no hay política; no le veo salida. Convengamos que el resto son cosas más de gestión y administración. Estamos haciendo cosas, pero son de gastos corrientes menores. En algunos casos de inversiones, pero menores porque no tenemos chance de hacer inversiones mayores porque no hay.


 -¿Sin eso no se puede gobernar?


-Dentro de la gestión propiamente dicha, creo que hay mucho para hacer. El ítem aula tiene que ver con eso, tratar de gestionar mejor el recurso humano y dar incentivos. Esas son las decisiones fuertes que se han tomado. Ese es el proyecto, no es que todos hemos estado pendientes de “la caja” solamente. Ahora, si no arreglamos el problema de caja difícilmente podamos salir. Hoy día mi balance es que estamos pagando sueldos, deudas…no hay un plan de inversiones que estemos ejecutando. Lo que estamos reactivando son las viviendas. Estamos reactivando de a poco pagándoles en bonos la contraparte de la Provincia y reclamándole a la Nación.



-¿Qué percibe en la calle de parte de los mendocinos respecto a lo que están haciendo?


-Creo que entienden…pero es una pregunta que me hago todas las semanas. Hay dos cosas que me plantean en la calle. Primero me dicen ‘no afloje’. La segunda cuestión que me dicen es ‘meta presos a todos los corruptos’, como si yo fuera quien lo deba hacer. Son dos demandas que tienen un mensaje muy directo que no tengo que decodificar. Uno, que voy en la dirección correcta y que tengo que tener un liderazgo fuerte. Y el otro es que hay corrupción, dejaron un desastre y que paguen por eso. Veo en las encuestas que hay una aprobación general y una comprensión general de que he recibido muy mal las cosas y que me tienen que dar tiempo.



"Me dicen que no afloje, pero tengo que decodificar ese mensaje"


-Hay un intendente preso y muchas denuncias. ¿Se imagina a Paco Pérez u otros funcionarios presos?


-Va a haber más funcionarios presos. Hay un montón de causas viejas que ahora se están moviendo. Lo de Salgado fue muy ejemplificador. Si como resultado de las investigaciones se determina que tienen que ir presos más funcionarios, que vayan presos. Lo veo como lo ve la gente: dicen que Mendoza está fundida, que hay deudas, y resulta que los tipos que hicieron eso se fueron a sus casas tranquilos, son ‘grandes empresarios’; ninguno se fue pobre. O yo no le estoy diciendo la verdad a los mendocinos, o todos estamos adormecidos.


-Antes de asumir remarcaba la necesidad de reforzar la autoridad del gobernador. ¿Hacia dónde va eso?


-No está fácil tener autoridad y ejercerla. Pero hay que ganársela. Hay que ejercerla con ejemplos. Debemos hacerla. Necesitamos reestablacer la autoridad del Gobernador, pero también de la maestra en el aula, del policía en la calle; del Estado en su conjunto. Está bastante perdida y hay una gran demanda social, de orden en el sentido estricto de la palabra. Yo me propongo hacerlo. La autoridad del gobernador se puede mantener si no solamente paga los sueldos, sino que empieza a hacer un servicio  público de mejor calidad. Yo voy a trabajar los cuatro años en eso. Creo que reestableciendo los problemas de caja de Mendoza, y metiendo gestión creo que se puede reestablacer esa autoridad.



"Escrachar es un acto de violencia. Hay que denunciarlo penalmente"


-Habla no solamente de su autoridad…


-La autoridad de la maestra es imprescindible tenerla para la educación. Yo lamento polemizar con el SUTE, me gustaría tener un diálogo más fluido y ellos no lo han querido.  La estrategia que tienen de escrachar y lo hacen con orgullo, como que el escrache es legítimo. Escrachar es un acto de violencia. Están dando un ejemplo que va en contra de la autoridad del docente. Si el sindicato cree que eso está bien, qué dirá el SUTE cuando un padre increpe a un docente cuando le ponga una mala nota a su hijo como ha pasado muchas veces.


 -Esa tensión va a ir creciendo ¿Qué van a hacer?


- Yo soy partidario de que hay que demandarlos penalmente en el próximo hecho. Con nombre y apellido, con imágenes, con fotos, identificándolos. No se pueden dejar de pasar esas cosas.


-¿Cómo cree que tomaron los docentes puntualmente el ítem aula?


-Creo que el tiempo va a jugar a favor del Gobierno. El SUTE generó una distorsión. A medida que pasa el tiempo un montón de docentes que me dicen que es verdad que hay licencias abusivas y otras situaciones. Además lo he visto en las encuestas. Hay un montón de gente que comprendió el concepto. Dentro de la docencia hay gente que está comprendiendo.


-Hay menos paros 


-Lo veo como un triunfo de la responsabilidad de un montón de docentes que piensan que con los paros no se va a ningún lado.


-¿Pero es por convencimiento o por los descuentos?


-Esa duda también la tango yo, Lo que sí creo es que la dirigencia sindical habla en nombre de los docentes, pero no sé si representa al conjunto de los docentes. Lo veo mucho en el periodismo, en los títulos: ‘el Gobierno contra los docentes’. No es así, al contrario. Yo estoy con los docentes, para que recuperen su autoridad, que vuelva a ser como antes, que el docente era señor frente al aula. Nosotros tenemos una polémica con el sindicato.



-Hay problemas de empleo y que puede ser peor. Esa es la madre de un montón de problemas profundos. ¿Les preocupa?


-Estamos haciendo una medición con la DEIE y vamos a tener cifras propias de empleo. Al margen de las cifras creo tenemos un problema estructural del empleo, como en toda la Argentina; en el empleo joven y la calificación. Y el empleo en la gente de edad. Se encara con políticas estatales, no pidiéndole gauchadas a los empresarios amigos. En el caso de los jóvenes tenemos que cambiar nuestro sistema educativo y redireccionarlo hacia eso.


-Eso es a mediano plazo. ¿Y con las urgencias?


-En cuanto a lo coyuntural, creo que todavía no se advierte un problema de empleo grande en Mendoza, pero el invierno no va a ser bueno. No va a haber reinversión. La cosecha de la uva fue buena en precio, pero no en volumen y calidad. Por lo tanto no todo el mundo está en condiciones de reinvertir. Podemos tomar cualquier otra actividad y es parecido. Eso nos preocupa mucho. Creemos que va a ser un invierno en el que va a haber que poner dinero del Estado por el desempleo y demás. El Gobierno nacional ha tomado datos de ello. Estuvimos reunidos por el tema y después salieron esas medidas sociales.


-¿Es una crisis puntual, una tormenta coyuntural?


-Es un bache que hay que pasar de 5 o 6 meses. Yo soy de los moderadamente optimistas. La verdad es que hemos estado viviendo en una ficción. Toda la cultura que vivimos fue de un populismo total. Creo que  vamos a estar mejor. Lo que se ha optado es, en vez de hacer un ajuste total, que sincere los precios, cosa que estallaría el país; o apalancarse con deuda internacional. Se ha optado por buscar deuda internacional y mientras tanto ir ajustando los precios. El ‘timing’ de eso es el que deben hacer correctamente Macri y Pray Gay.



"Macri, Scioli y Massa son hijos de la cultura populista. En la campaña no dijeron toda la verdad"


-¿Y cómo ve ese ‘timing’?


-Yo lo veo bien. Solo tendría que hacer una crítica que es más bien sobre lo que fue la campaña electoral. Massa, Macri y Scioli son tres hijos de la cultura populista. Los tres dijeron en campaña que al país le va mal, con distintos énfasis. Pero decían ‘yo lo arreglo en seis meses’. No era así, la sensación de la mayoría de los argentinos era que estaba más o menos fácil. Pero ahora cuando ven que tienen que aumentar tarifas, y otras cosas…la gente se hace preguntas. Mi crítica es por qué no blanquearon esa situación en la campaña. Es porque los marketineros le dicen a los candidatos ‘tenés que mostrar esperanza, que podés domar el potro’…yo no soy así. Siempre puse hincapié en que Mendoza no estaba bien. Puse tanto énfasis en eso que hice un quiebre. Todos me decían que parara con la mala onda. Ellos no prepararon el camino.



"No me siento incómodo con Macri"


-¿Cómo está la relación con Macri?


-Veo un conjunto de gente muy llana, muy directa, donde se puede hablar los temas de manera directa. No hay tanto trabalenguas como en la época K. Te atienden el teléfono. Lo que pasa es que estamos en un momento de restricciones. No puedo quejarme. A Mendoza le han dado adelantos de coparticipación y dos meses pagamos sueldos con eso. Sería injusto que me quejara. La relación es buena, pero soy un convencido de que tenemos que hacer lo propio. Si no ordenamos nuestra casa, de nada va a servir reclamar.



-¿La lógica de la relación con la Nación ha cambiado? Porque hay mucha dependencia financiara y eso puede llevar a decir nuevamente ‘Sí’ a todo.


-No me han pedido que diga que sí a nada que no me hayan convencido, que no comparta. No me siento incómodo con este proyecto, con lo que está haciendo Macri o Alfonso Prat Gay. No he sentido ninguna presión en ese sentido. Nuestra dependencia financiera es así y no va a dejar de serlo por mucho tiempo. Es algo que yo difícilmente pueda revertir en estos primeros años. Sí creo que tenemos que hacerlo. Para ello tenemos que reducir nuestros gastos corrientes, tener mayor inversión. Yo querría ser un ‘Estado independiente’, pero no se puede. Igual insisto: no me siento incómodo con Macri.


-¿Hay margen para marcar diferencias? Porque venimos de 8 años de obediencia absoluta


-Sí, existe ese margen. Y de hecho tenemos charlas con Macri sobre temas y aceptan sugerencias.


-Eligió un gabinete chico, con concentración de funciones y demás. ¿Está conforme?


-Sí, en general sí. El gobernador Pérez tenía un poco más de 520 funcionarios, cargos fuera de nivel. Lo hemos reducido a un poco más de 200. Cuando terminemos las designaciones vamos a terminar siendo unos 210. Ese ahorro son 30 millones de pesos por mes. No mueve la aguja del déficit, pero es un gesto importante.


-En gestión eso cómo se traduce, porque puede frenar temas o ir más lento?


- En algunas áreas reconozco que se me ha ido la mano y hace falta más gente de confianza. Pero en general creo que vale la pena hacer ese esfuerzo.


-¿Está arriba de todos los temas?


- En general estoy encima de todos. Le doy bastante libertad para resolver los temas, pero en base a información. Giacchi me ha hecho cambiar de opinión, en base a información de calidad. Enrique (Vaquié) también, Martín (Kerchner) me ha ‘torcido el brazo’ en el sentido de convencerme en que la decisión correcta era contraria a lo que pensaba siempre en base a información. En lo que soy muy celoso es en la decisión política final, que sí que las tomo yo. Así debe ser.


-¿Cómo ha sido la reacción de la policía ante los cambios en Seguridad?


-Los cambios generan incertidumbre, pero no puedo creer que haya jefes policiales que hayan incrementado su patrimonio sustantivamente. Los jefes que yo puse son personas que tienen un pasar económico producto de un buen salario, pero de empleado público. Tienen su casa, su auto..pero no ‘sus casas, sus autos’. Para mí eso ha sido muy importante, es gente que se la puede auditar. Si ellos se corrompen, me voy a dar cuenta. Eso me da confianza, pero no confianza ciega. Yo necesito resultados y tenemos que tener paciencia.


 -¿Creen que tienen respaldo para enfrentar coyunturas complicadas y esperar resultados?


-Hay que esperar para analizar resultados. Hemos hecho muchos cambios. Hoy hay más control. El otro eje en el que tengo muchas expectativas es el trabajo de inteligencia criminal, que es lo que va a hacer la diferencia. Tener un aparato para registrar las cosas de otra forma y con registros confiables. Estamos viendo para comprar o alquilar cámaras para la identificación de las patentes de autos por ejemplo. Queremos equipar 300 móviles con tecnología de este tipo.



-A nivel político no tienen una oposición fuerte.


-Los sindicatos. Pero han tenido una influencia muy fuerte en la opinión pública.


-Pero ellos no tienen poder político. ¿Al PJ cómo lo ve?


- Puede que no haya oposición firme, pero no es una oposición que nos sirva a nosotros. Me gustaría una oposición de interlucución. Yo espero que el peronismo, sobre todo el PJ liderado por los 5 intendentes, sea el interlocutor único del peronismo. Primero porque nos podemos entender mejor porque somos socios estratégicos en la gestión. Ellos necesitan que la provincia salga adelante. Quieren hacer un corte con la gestión de Pérez, cosa que algunos legisladores no. Las cosas de seguridad y fiscales. Esto de volver a tener una caja con la cual gobernar más o menos dignamente y no solo pagar sueldos, en un tema para acordar con el peronismo, tiene que ser una política de Estado.


-La UCR se ve también bastante hegemónica detrás suyo.


- He buscado que no haya debate interno en el radicalismo sobre la gestión. También creo que me lo he ganado, alguna muñeca tengo…Creo que necesitamos ser monolíticos porque los problemas son graves. Si a los problemas de caja que tenemos, que son graves, le sumamos problemas de autoridad política, estamos complicados.


-Ahora…¿Tienen proyectos para cuando mejore la economía?


-Tenemos proyectos, pero tampoco va a haber gran financiamiento para esos proyectos. Creemos que hay que focalizarse en infraestructura social. Para nosotros la prioridad es vivienda social y para la clase media; obras de cloacas y gas. La otra cosa es sostener los sistemas. En educación hace falta una inversión fuerte de mantenimiento, en comisarías y centros de salud. Ese es nuestro plan ‘ambicioso’.


-Creo que ponerse objetivos chicos es para bajar la expectativa…


-Es realista. Hoy estamos pagando salarios y a los proveedores nada más. Creo que esto va a funcionar. Si esto funciona, me animo a más cosas. Pero para qué adelantar cosas y poner la vara alta. Además la gente está alertada; no han sido gratis todos estos años de vender humo. Anunciaron la “ciudad judicial”, el “teleférico”…un montón de bolazos. Se lo toman como broma, pero han tenido una gran repercusión sobre lo que se espera de un gobierno provincial. Obras que han querido ser emblemáticas, pero que no han sido pedidas por la sociedad. El Le Parc, es una hermosa obra arquitectónica, pero no ha estado funcionando a pleno y nadie se ha apropiado como uno esperaba. El estadio cerrado, nadie cree que valga la pena realmente. Se ha hecho humo o cosas en las cuales la gente no se apropia; no las considera importantes.



"Soy un gobernador que va a ordenar. No es muy sexy ese concepto…no es pum para arriba"


-Ahora, cuál es la ‘vacuna’ para que no vuelva a pasar…porque no hay control


-Hay países con sana administración donde no pasan estas cosas. Tenemos que ir a una sana administración…hay un tema que es la tolerancia de la ciudadanía. Yo repito lo de Godoy Cruz, donde llegamos a invertir el 21% en obras. La gente sabe o no si se adminitra bien. No está presente el tema de la sana administración porque no se pone en valor. Queda más a criterio del gobernante ser responsable que de las leyes que lo obliguen. Yo creo que voy a dejar a Mendoza mejor y por eso me defino como un gobernador de transición entre un gran desorden y un orden mayor. No es muy sexy ese concepto…no es pum para arriba.


-¿Extraña el detrás de escena de la política?


-Yo disfruto de la gestión, fui muy feliz en Godoy Cruz.


-Me acuerdo de sus dudas antes de asumir como intendente.


-Exactamente. Pero me gustó mucho. Extraño estar en el mostrador de esos temas, la atención al público directa y el reconocimiento social que tiene. Yo pude lograr eso con buena administración. El concepto ahora es el mismo. Si lográramos entregar la gestión con una cuenta de inversión mayor, hoy es del 2%, donde comprás móviles y hacés 500 casas y se acabó; Si yo lograra cambiar y terminar el mandato con un 7% de inversión, sería un gran logro. No sé si la gente lo percibiría.


-De qué sectores siente más apoyo?


-Siento en general un gran apoyo de la clase media.