La devaluada Superliga

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Después de casi tres meses, tiempo en el que soñamos el Mundial como un placebo pero sólo nos sirvió para entender que el fútbol moderno cada día está un poco más lejos de nuestro alcance, volverá la acción en las canchas de la primera división. Con el exageradísimo nombre de Superliga, la pelota comenzará a […]

Después de casi tres meses, tiempo en el que soñamos el Mundial como un placebo pero sólo nos sirvió para entender que el fútbol moderno cada día está un poco más lejos de nuestro alcance, volverá la acción en las canchas de la primera división.

Con el exageradísimo nombre de Superliga, la pelota comenzará a rodar en un torneo cada vez más desigual y devaluado.

Un total de 26 equipos participarán del campeonato que tendrá 25 fechas, sin jornada de clásicos. Se mantendrán los cuatro descensos, con dos ascensos de la B Nacional, después del engendro que la dirigencia armó con el recordado torneo de los 30 equipos.

Y como ya pasó en la edición anterior, las transmisiones de los partidos estarán a cargo de Fox Sports y TNT Sports, mediante un sistema de pago que da la posibilidad de ver grandes partidos como, por ejemplo, un Patronato-Aldosivi o un Arsenal-San Martín de Tucumán.

En lo estrictamente futbolístico, Boca Juniors irá por su tercer título consecutivo después de los dos anteriores que ganó de la mano del Mellizo Guillermo Barros Schelotto. El Xeneize tiene, por escándalo, el plantel más completo del fútbol argentino. En el mercado de pase sumó a Mauro Zárate -escándalo mediante con los hinchas de Vélez-, Carlos Izquierdoz, Sebastián Villa, Lucas Olaza y el arquero mendocino Esteban Andrada. Barros Schelotto tiene que elegir para armar el equipo entre jugadores como Pablo Pérez, Nahitan Nández, Wilmar Barrios, Fernando Gago (está lesionado), Carlos Tevez, Zárate, Cristian Pavón, Darío Benedetto, Edwin Cardona y Wanchope Ábila. "El que tiene plata hace lo que quiere", dirían en el barrio.

Un escalón más abajo aparece River. Con perfil bajo, con algunas bajas (Rojas y Saracchi, entre otros) y sin refuerzos, el Millonario sigue apostando a la grandísima conducción de Marcelo Gallardo, quien lleva ya cuatro años al frente del primer equipo. Lejos de los modos de Angelici, D'Onofrio continúa construyendo un proyecto a largo plazo y con el objetivo de sentar bases que se mantengan una vez que Gallardo o él no estén en el club.

Independiente, motivado con el título de la Suruga Bank, cuenta con el aire fresco que significa su entrenador Ariel Holan, un tipo que no se formó en el ambiente del fútbol y que alumbra en el medio de tantos planteos especulativos y defensivos. El Rojo sale a jugar en cualquier cancha y viene armando un plantel cada vez más sólido. En este mercado de pases sumó bien y variado con Francisco Silva, Guillermo Burdisso y Ezequiel Cerutti, entre otros.

Racing, en tanto, verá cómo hace para suplir la ausencia de su estrella Lautaro Martínez quien fue vendido al Inter de Italia. Su DT Chacho Coudet buscará encontrar más regularidad en un equipo que un partido juega para el aplauso y en otro pierde la cabeza, fiel a lo que transmite el entrenador desde el banco de suplentes.

San Lorenzo sigue apostando al Pampa Baggio, quien ha conseguido mejores resultados que buen juego. Ya sin Romagnoli en el plantel, el Ciclón está en una etapa extraña, sin saber bien por dónde ir y extrañando los tiempos de Ortigoza, Mercier, Piatti y Correa cuando en el 2014 ganó la Copa Libertadores.

Después viene un lote de equipos de segundo orden que pueden dar el zarpazo como casi lo hace en el torneo pasado Godoy Cruz, que terminó en la segunda posición detrás de Boca. Allí podemos encontrar al Expreso, Huracán de Parque Patricios, Talleres de Córdoba, Defensa y Justicia, Estudiantes de La Plata, Atlético Tucumán y Lanús, por citar algunos. De todas maneras, todos esos equipos están muy lejos del poder económico que tienen los grandes, con Boca a la cabeza.

El Tomba, después de un grandísimo segundo puesto, sufrió algunas bajas que seguramente extrañará como el arquero Leonardo Burián, Juanfi Garro y Pol Fernández. La base, de todas maneras, se ha mantenido y Dabove apostará a la continuidad del núcleo del plantel y el aporte de los juveniles.

De todas maneras, por más que aparezca algún tapado y dé pelea arriba, el torneo que empezará el viernes mostrará un fútbol argentino devaluado, que vende figuras y compra segundas marcas, con los ricos cada vez más ricos y los chicos tratando de sobrevivir. Al fin de cuentas, un reflejo de la sociedad.

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