La Corte Suprema avaló el per saltum y congeló el traspaso de los jueces de la polémica

En los próximos días, la Corte determinará si continúan definitivamente en los cargos designados por decreto del expresidente Mauricio Macri.


La Corte Suprema de Justicia repuso, provisoriamente, a los jueces Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia en la Cámara Federal porteña, y a Germán Castelli en el Tribunal Oral Federal número 7, que tiene asignada la Causa Cuadernos.

El máximo tribunal acogió por primera vez el pedido de "salto de instancia" o "per saltum" formulado por los jueces y apretó el acelerador para resolver, tal vez la semana que viene, si los tres jueces que fueron designados en los cargos a los que ahora retornan por decreto del presidente Mauricio Macri permanecerán definitivamente allí.

Los jueces designados por el decreto de Mauricio Macri. 

El Senado rechazó el traslado de los jueces que investigan a Cristina Kirchner


El fallo es un indisimulable revés para el gobierno. Los tres jueces están hoy de licencia, pero la semana que viene volverán a trabajar y lo harán en los tribunales en los que el Consejo de la Magistratura, el Senado y el propio gobierno consideran que no deben estar.


El Consejo de la Magistratura había cuestionado aquellos traslados porque no contaron con el acuerdo del Senado. Una decena de jueces fueron convocados a la Cámara Alta como instancia previa a pedirle un nuevo acuerdo al Poder Ejecutivo. Bruglia, Bertuzzi y Castelli no concurrieron y el Senado les bajó el pulgar. Al día siguiente, el presidente Alberto Fernández firmó los decretos que dispusieron que cada uno de ellos regresara a los tribunales de los que provinieron.

Los tres jueces judicializaron la situación y obtuvieron un fallo adverso en primera instancia. Entonces pidieron el per saltum, para que la Corte se convirtiera en única y definitiva instancia de revisión.

El per saltum es una medida extrema. Los cinco jueces de la Corte la aceptaron, aunque no con los mismos fundamentos. Para el presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, las razones aparecieron como mucho más graves y de peligro institucional que para sus colegas.

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