Murió Carlos Páez Vilaró: fotogalería sobre Casapueblo, su obra emblemática

 El artista murió en las últimas horas en Montevideo, según informa el diario El País.

Había nacido en la capital uruguaya el 1 de
noviembre de 1923 y vivió en su juventud en Buenos Aires.



Conocido por el complejo arquitectónico Casapueblo y por una
obra polifacética que plasmó en coloridos murales la fusión de las cultura
africana con la uruguaya, Carlos Páez Vilaró falleció a los 90 años en la famosa construcción
ubicada en Punta Ballena, Uruguay.



Según indicó una de sus hijas al canal de televisión
uruguayo Teledoce, el artista "se levantó a la mañana, había descansado
muy bien y estaba conversando con su médico para decirle que tenía un dolor
cuando falleció".



Páez Vilaró dedicó su obra pictórica a la cultura de raíz
africana que rodea el Carnaval uruguayo, pero además recorrió África pintando
murales en coincidencia con el histórico proceso de independencia de aquel
continente, durante la segunda mitad del siglo XX.



Con una marcada impronta cubista, la producción del artista,
nacido en Montevideo el 1°de noviembre de 1923, se desplegó en todo tipo de
materiales (muros, cartones, metales, papel) y tuvo como eje el retrato de sus
viajes por el mundo.



Además de su afán por la experimentación, se dedicó también
a la conquista de distintos soportes: así, incursionó en la pintura, la
escultura, la cerámica, la música y la escritura.



Páez Vilaró dedicó su obra pictórica a la cultura de raíz
africana que rodea el Carnaval uruguayo, pero además recorrió África pintando
murales en coincidencia con el histórico proceso de independencia de aquel
continente En los años 60, Páez Vilaró inició la construcción de Casapueblo, el
gigantesco monumento arquitectónico emplazado en el espectacular paisaje
marítimo de Punta Ballena -a unos kilómetros de Punta del Este- que funciona como
hotel, museo y taller.



"Cuando inventé Casapueblo, era extraordinario: estaba
solo. Una soledad maravillosa. Sólo tenía diálogo con algunos pescadores que se
aventuraban a vivir en las rocas. Hoy en día no conozco ni a los vecinos.
Impresionante lo que ha crecido.



Antes, me dolía cuando alguien construía. Pensaba: `¿Cómo lo
hacen sin pedirme permiso?`. Me sentía dueño como de 40 hectáreas. Ya no. Pero
fui el culpable", aseguró alguna vez.



La vida y la obra del artista están indisolublamente
vinculadas a Buenos Aires desde que llegó en su juventud para desempeñarse como
aprendiz de cajista de imprenta en Barracas y Avellaneda.



Tan estrecho era su vínculo con la Argentina que solía
autodefinirse como el "pintor del medio del río".



 



Su relación con el país tuvo un punto de inflexión en
octubre de 1972 cuando su hijo mayor, también llamado Carlos, sufrió un
accidente junto a otros jóvenes que volaban hacia Chile para disputar un
partido de rugby y el avión que los transportaba cayó en la cordillera de los
Andes.



Durante los 72 días que duró la búsqueda de los
sobrevivientes el artista tuvo una participación activa en el operativo de
rescate: organizó expediciones, reclutó voluntarios, consultó videntes y se
internó en la cordillera hasta que se localizaron los restos del avión y los 16
sobrevivientes, entre los que estaba su hijo.



Tras la experiencia, Páez Vilaró escribió una serie de notas
a modo de bitácora que fueron editadas bajo el nombre de "Entre mi hijo y
yo, la luna".



A lo largo de su vida, Páez Vilaró conoció a importantes
maestros como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Giorgio de Chirico, Jean Cocteau,
Jean Cassou, Alexander Calder y Andy Warhol, entre otros.



El artista había participado hace unos días de las
"Llamadas", como se conoce el desfile de comparsas de origen africano
en el Carnaval uruguayo.