EI se adjudicó la matanza de 50 personas en un boliche gay
Una nueva masacre conmocionó ayer a Estados Unidos, luego que un hombre abriera fuego dentro de un boliche gay en Orlando, tomara rehenes y matara a 50 personas e hiriera a unas 53 esta madrugada, en un hecho calificado como "un ataque terrorista nacional" por las autoridades locales.
Se trata de uno de los tiroteos masivos más sangrientos de la historia reciente en Estados Unidos, un país que ya sumó más de 130 incidentes similares en lo que va del año y unos 325 en 2015, y que se debate constantemente alrededor de la necesidad de imponer controles a la venta de armas.
El atacante, que murió en un tiroteo con la policía dentro del boliche, fue identificado por varios medios locales como Omar Saddiqui Mateen, un ciudadano estadounidense de 29 años, de la ciudad de Port St Lucie, del estado de Florida, ubicada a poco más de 200 kilómetros de Orlando. Según la cadena de noticias CBS, Mateen tiene ascendencia afgana.
Por la tarde, la milicia extremista Estado Islámico (EI) asumió la autoría de la matanza, según un comunicado difundido por la agencia de noticias Amaq, vinculada a los yihadistas y reproducido por la página web especializada SITE.
Poco antes de conocerse el mensaje en Amaq, el FBI había informado a la prensa que el atacante había llamado por teléfono al 911 antes de iniciar el tiroteo.
Durante la llamada, Mateen juró lealtad "al líder del Estado Islámico", mencionó a los dos jóvenes que pusieron una bomba en la recta final del maratón de Boston en 2013 y al primer miliciano estadounidense que se inmoló en Siria, Moner Mohammad Abusalha, un ciudadano oriundo de Florida.
Además, el agente especial del FBI, Ron Hopper, dijo a la prensa que Mateen había sido objeto de dos investigaciones por parte de esa agencia de seguridad federal entre 2013 y 2014, informó la agencia de noticias EFE.
Según Hopper, el atacante fue investigado en 2013 por comentarios que hizo a favor del EI en las redes sociales, y en 2014 por la presunción de que quería cometer un ataque suicida, una sospecha que el FBI concluyó que se basaba en información "no concluyente".
“Un acto de odio”
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se solidarizó con las víctimas de la masacre en el boliche gay de Orlando, y aseguró que "fue un acto de terror y de odio".
En un corto mensaje televisado, Obama además vinculó el tiroteo con su frustrado intento de regular la venta de armas en Estados Unidos y sostuvo que lo pasó hoy en Orlando "es otra prueba que nos recuerda lo fácil que es para una persona conseguir un arma y atacar en un cine, una escuela o un boliche. Tenemos que decidir qué tipo de país queremos ser".
El tirador, dijo, "era una persona llena de odio y en los próximos días descubriremos por qué y cómo sucedió esto". El mandatario subrayó que se trata del "tiroteo más letal en la historia" de Estados Unidos, en una declaración efectuada tras reunirse con el director FBI y sus asesores en materia de seguridad nacional.
Conmoción mundial
El atentado conmovió a todo el mundo y provocó la reacción y el estupor de líderes y personalidades, además de la condena de la comunidad LGBT y de la minoría musulmana en Estados Unidos.
Dirigentes mundiales y miembros de la comunidad gay expresaron su repudio y consternación por el ataque. Desde el Vaticano, en tanto, el papa Francisco mostró hoy "sus sentimientos más profundos de condena, dolor y perturbación de frente a esta nueva manifestación de locura homicida y de odio insensato", según aseguró en un comunicado del vocero papal Federico Lombardi.
"Todos auguramos que se puedan individualizar y contrarrestar lo más rápido las causas de esta violencia horrible y absurda, que turba profundamente el deseo de paz del pueblo americano y de toda la humanidad", concluyó el escrito.
