Colombia: un campesino muerto en nuevos enfrentamientos

Una nueva jornada de enfrentamientos entre indígenas del departamento colombiano de Cauca y la fuerza pública dejó un campesino muerto y al menos dos más heridos, durante una movilización de nativos que pretenden echar de su territorio a guerrilleros, policías y militares.



Los choques ocurrieron ayer entre los municipios de Caloto y Corinto, en un punto conocido como Huasanó, cuando los indígenas se enfrentaron a policías antimotines que desde el miércoles llegaron a la zona para evitar el bloqueo del camino que comunica a los poblados.

El alcalde de Caloto, Jorge Arias, explicó que el cadáver del agricultor de 24 años no ha sido evacuado de la zona porque los enfrentamientos continúan, y precisó que cerca del lugar se registran enfrentamientos entre la guerrilla de las FARC y el Ejército.

"Durante la tarde en Huasanó se presentaron alteraciones del orden cuando un grupo de campesinos que había bloqueado la vía trataron de ser dispersados por agentes del orden. Hay un muerto", dijo Arias a la edición digital del diario El Tiempo de Bogotá, según recogió la agencia de noticias DPA.

Al parecer, el joven murió tras recibir un disparo, pero las autoridades aún no reportaron oficialmente las causas del deceso.

La comunidad indígena Paez, que vive en varios municipios de Cauca, inició una movilización para protestar por los frecuentes ataques de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los ataques, que se presentan desde hace meses, se intensificaron notoriamente desde el 6 de este mes cuando la guerrilla lanzó explosivos de fabricación artesanal contra la estación policial del municipio de Toribío, pero muchos de estos se desviaron e impactaron en casas habitadas por civiles.

Desde la semana pasada los nativos comenzaron una movilización para excluir de sus territorios tanto al Ejército, como a la Policía Nacional y a las FARC.

Representantes del gobierno y de los indígenas acordaron entablar las conversaciones con el compromiso de que los nativos dejen de hostigar a la fuerza pública.

El gobierno colombiano advirtió que en el diálogo no se negociará la presencia de la fuerza pública en Cauca y por el contrario anunció la llegada de 20.000 hombres para reforzar la seguridad en la región.

Tras una primera reunión, los indígenas propusieron al gobierno que se cree una comisión de "alto nivel" con carácter ministerial y "con poder decisorio" para discutir una solución, y reclamaron que no se procese judicialmente a los nativos que participaron en los enfrentamientos.