Todo listo para elegir al nuevo Papa: así quedó la Capilla Sixtina a horas del cónclave
El Vaticano mostró este martes nuevas imágenes de la Capilla Sixtina, que ya está lista para uno de los momentos más importantes y privados de la Iglesia Católica: el cónclave para elegir al nuevo Papa. Después de la misa Pro eligendo Pontifice, los 133 cardenales que votan se dirigen al lugar para hacer su juramento y empezar el proceso de votación.
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Cada cardenal tendrá un sitio asignado en una de las 12 mesas dispuestas en forma de U, cubiertas con manteles rojos y beige. Las sillas son de terciopelo rojo, y cada una lleva el nombre de su ocupante.
Junto a las papeletas de votación, los cardenales encontrarán una copia de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, que fue promulgada por San Juan Pablo II en 1996. Este documento regula cómo se lleva a cabo el cónclave y establece que se necesita una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo pontífice.
En el centro de la capilla, frente al altar con el famoso fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, hay un atril con el Evangelio abierto. Ahí, cada cardenal jurará mantener el secreto del proceso, rechazar cualquier influencia externa y votar con libertad de conciencia. Recitarán una fórmula en latín que dice: Et ego N. Cardinalis N., promitto, voveo ac iuro....
Hay dos urnas especiales, hechas para el cónclave de 2005 y aún conservadas, sobre una mesa sencilla frente al altar. Una de ellas recogerá las papeletas después de cada ronda de votación. La otra, que era para cardenales que no pueden participar físicamente, no se usará esta vez porque todos los votantes están presentes.
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Benedicto XVI hizo un cambio en 2007 que es clave para el proceso. Si después de 33 o 34 votaciones no se llega a un acuerdo, se simplifica el proceso: los cardenales tendrán que elegir entre los dos más votados en ese momento, sin poder votar por sí mismos. Esto busca prevenir largas esperas.
Cada cardenal también tendrá un bolígrafo simple y una carpeta roja que usan para escribir el nombre del candidato. Todo ha sido preparado para asegurar que haya calma y silencio, que son esenciales en un acto que definirá el futuro de la Iglesia Católica.
En la Capilla Sixtina, la tradición, el simbolismo y las estrictas normas se unen de nuevo, y bajo un juramento serio, comenzará la deliberación que dará como resultado la elección del próximo sucesor de Pedro.