La condición que puso Putin para terminar la guerra contra Ucrania

El presidente ruso volvió a fijar requisitos imposibles para un acuerdo y aseguró que, si Kiev no cede territorio, "la guerra seguirá por la vía militar".

Vladimir Putin lanzó este jueves una nueva señal de inflexibilidad en torno al conflicto en Ucrania. Desde Kirguistán, el mandatario afirmó que los combates cesarán únicamente si las fuerzas ucranianas se retiran de las cuatro regiones que Rusia declaró anexadas en 2022, pese a no controlarlas completamente. "Si las tropas de Ucrania se repliegan de los territorios que ocupan, entonces cesarán los combates. Si no se van, lograremos esto por la vía militar", sostuvo en una conferencia transmitida en directo.

Putin aseguró además que en Occidente "hay voces" que presionan por un acuerdo de paz veloz ante un eventual "colapso del frente ucraniano". No especificó a qué fuentes se refería, pero insistió en que la deserción "es muy grande" y que ese fenómeno puede verificarse incluso en "medios occidentales". Según su evaluación, las tropas rusas "avanzan en todos los sectores" y la disparidad entre bajas y capacidad de reposición de soldados "aumenta cada día".

En otro tramo de su intervención, el líder ruso adelantó que pretende discutir con Estados Unidos el reconocimiento de la soberanía rusa sobre el Donbás y Crimea. Subrayó que la legitimidad jurídica internacional -que Moscú no posee- es clave, ya que un ataque sobre esos territorios sería considerado "una agresión contra la Federación Rusa con todas las medidas de respuesta consiguientes".

Ese punto marcó uno de los nudos del plan original de 28 ítems que Washington presentó para explorar una salida negociada y que fue criticado por considerarse demasiado favorable a Moscú. El borrador fue luego modificado durante las conversaciones entre representantes estadounidenses y ucranianos, pero la cesión territorial sigue siendo la mayor traba para cualquier avance diplomático.

A casi cuatro años del inicio de la guerra que Rusia creyó resolver en semanas, el diálogo permanece estancado. Estudios del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales estiman que Moscú acumula más de un millón de bajas entre muertos y heridos, mientras la línea del frente continúa marcada por la incertidumbre, la presión militar y exigencias rusas que Kiev considera inaceptables.


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