El futuro llegó hace rato

Hoy jueves 13 de enero, exactamente 25 años, un mes y un día después de su estreno original en Argentina, “Volver al Futuro” vuelve al cine.

Hoy jueves 13 de enero, exactamente 25 años, un mes y un día después de su estreno original en Argentina, “Volver al Futuro” vuelve al cine. Y lo extraño es que el verano nos regala la mejor película en cartel, con un cuarto de siglo de antigüedad.


 


Lo más importante siempre fue el nudo alegremente psicoanalítico del asunto: papá como un pusilánime y un fracasado, y mamá, borracha y moralista hipócrita, vendiéndonos el cuento de que todo tiempo pasado fue mejor. Los ‘80 como accidentados hijos de los ‘50, la era del progreso. ¿Cómo era que si todo había sido tan perfecto allá lejos, se había echado a perder de esta manera?


 


El gran chiste político de la película, clavada justo en mitad de la década de la reconcentración neoconservadora, era: “¿Ronald Reagan de presidente en los ‘80? ¿El actor? ¿Y quién es el vice? ¿Jerry Lewis?”. El chiste (uno bien amargo para el Hollywood liberal y demócrata que inventó al tipo que ahora ocupaba la Casa Blanca), tomaba cuerpo un rato más tarde, cuando, examinando la “moderna” videocámara JVC de Marty McFly, Doc razonaba: “Un estudio de televisión portátil. Con razón el presidente tiene que ser un actor: para verse bien en pantalla”.


 


Fue concebida antes de Internet, del 3D digital, de los celulares que caben en un bolsillo, de Facebook y de Twitter. Vista y vuelta a ver mil veces en VHS, televisión y DVD, al regresar a la pantalla grande, “Volver al Futuro” volverá a probar su vitalidad, y a demostrar que es una de las mejores películas de los ’80.


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