Evo consiguió asilo en México y Bolivia padece el vacío de poder

El canciller Marcelo Ebrard anunció en una declaración pública que el gobierno de Andrés López Obrador decidió conceder a Morales el asilo político que solicitó el líder indigenista.


Bolivia vivió ayer horas cargadas de
dramatismo, con multitudes que avanzaban hacia La Paz al grito de “guerra
civil”, parte de la clase política afectada a la búsqueda de fórmulas para
quebrar el vacío de poder y Evo Morales camino hacia el asilo político en
México tras de un gobierno de casi 14 años.





Una
de las noticias centrales del día surgió desde México, donde el canciller Marcelo
Ebrard anunció en una declaración pública que el gobierno de Andrés López
Obrador decidió conceder a Morales el asilo político que solicitó el líder
indigenista.





Ebrard
dijo que el asilo será otorgado por razones “humanitarias” y ante la evidencia
de que la vida y la integridad de Morales “corren peligro”, aunque evitó dar
detalles de si el ex presidente será recibido en la embajada de su país en La
Paz o directamente trasladado a la nación norteamericana.





La
confusión que imperaba en Bolivia impedía determinar con exactitud si existía o
no una orden de detención contra Morales. Ese presunto mandato se había
conocido de boca de Morales y algunos líderes opositores, y fue desmentido por
el comandante de la Policía Nacional, Vladimir Calderón -que renunció horas
después-, pero nunca fue confirmado por los carriles institucionales.





Morales
fue forzado a renunciar el domingo en un movimiento que denunció como “golpe de
estado”, desamparado por las Fuerzas Armadas y la policía, y presionado por
protestas populares que denuncian fraude en los comicios que le dieron la
reelección el pasado 20 de octubre.





La renuncia de Morales y de todos los funcionarios y
legisladores en la línea de sucesión dejó a Bolivia en un estado de vacío de
poder que analizará hoy el Poder Legislativo en una sesión extraordinaria de la
Asamblea Legislativa (parlamento) llamada por la senadora Jeanine Áñez, quien
puede quedar a cargo de la Presidencia en la transición y hasta que se lleven a
cabo nuevas elecciones.





“Al
estar ejerciendo la presidencia en ejercicio del Senado automática también
tiene que asumir la presidencia de la Asamblea Legislativa, por eso está
convocando para sesión mañana tanto del Senado como de la Asamblea y a partir
de ellos asumir la presidencia del País”, expresó el senador Oscar Ortíz, de
Unidad Demócrata, en alusión a Áñez.





La Asamblea de hoy debería aceptar
las renuncias de Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera y marcar el
camino para la sucesión constitucional.