En fotos: así se viaja en algunos micros de Mendoza en el primer día de la etapa del distanciamiento social

La nueva normalidad todavía no llega para quienes no tienen otra opción que viajar en el transporte público de pasajeros. Esperas de más de una hora y la imposibilidad de cumplir con el distanciamiento entre personas.

A pesar de las recomendaciones del gobierno provincial de restringir al mínimo el uso de transporte público, para muchas personas, el colectivo es el único medio de transporte que tienen para ir hasta sus trabajos, asistir a una consulta médica o realizar algún tipo de trámite presencial.

A medida que el aislamiento se va flexibilizando muchos mendocinos comienzan a retomar también sus actividades cotidianas, pero por otro lado, las frecuencias de los micros todavía siguen funcionando de la misma manera que se dispuso al inicio de la cuarentena: con horarios y frecuencias de días sábado y domingo.

El resultado de mantener las frecuencias mínimas es que muchos usuarios comienzan a padecer largas esperas en las paradas, las unidades viajan saturadas, los choferes son agredidos, y sobre todo, se hace imposible cumplir con las medidas sanitarias de distanciamiento social.

Vox Populi habló con uno de los inspectores de la Línea 300 que cubre varios recorridos que unen el microcentro con los barrios del oeste de la Ciudad.

Al respecto el inspector contó que la Línea tiene varios recorridos donde viaja un montón de gente, y que la situación que se ve en las fotos publicadas se repite a diario desde hace varios días. "Los choferes no pueden hacer mucho cuando la gente quiere subir a toda costa porque llevan esperando más de una hora en la parada o han tenido que dejar pasar cuatro colectivos porque van al límite de pasajeros".

Consultado sobre si esta situación es conocida por las autoridades provinciales dijo: "A las empresas nos les dejan poner más unidades para que no haya hacinamiento, tenemos estos problemas todos los días. El gobierno insiste en que nos movamos en auto, pero la realidad, es que la gente no tiene un mango".

Según establece la normativa vigente las unidades "sólo podrán transportar pasajeros hasta el límite del 60% de su capacidad a fin de mantener el distanciamiento social. Esto es la unidad a la totalidad de los asientos disponibles en la misma más diez pasajeros parados.

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