Ozzy Osbourne volvió para deleitar al público en el Monsters of Rock

El “Príncipe de las Tinieblas” fue el encargado de cerrar este prestigioso festival que se realizó en Buenos Aires. También se presentaron Judas Priest y Motorhead.

Este fin de semana se realizó en Villa Lugano una nueva edición del Monsters of Rock, el festival más importante del heavy metal, que regresaba a la Argentina después de muchos años.
La cartelera incluía a Ozzy Osbourne, Judas Priest y Motorhead como plato fuerte.
Las bandas locales que participaron de este prestigioso festival fueron Malón, Carajo, Plan 4 y El Buen Salvaje.
El cierre del Monsters of Rock quedó a cargo del “Príncipe de las Tinieblas”, Ozzy Osbourne, quien con su carisma renovó el romance con el público que lo fue a ver.
El cantante de 66 años estuvo bien acompañado por músicos jóvenes y de un excelente nivel como Adam Wakeman, hijo del ex Yes Rick Wakeman- que además lo ayuda en la composición, en teclados y guitarra, el notable Gus G en guitarras, en el bajo el movedizo Blasko y en la batería al incansable Tommy Cufletos.
Un párrafo aparte para esta banda, de notable calidad, virtuosa, monolítica, que tiene como puntos destacados al griego Gus G que se hace cargo sin problemas de acordes creados por Tony Iommi, Randy Rhoads y Zakk Wylde, tres enormes guitarristas que tocaron con Ozzy.
Feliz y excitado Ozzy salió al escenario para arrancar con “Bark at the moon” de su disco homónimo de 1983, mientras la gente estallaba emocionada, la banda exhibió todo su poderío y se retiró para que Wakeman y Ozzy quedaran solos en el escenario.
Comenzaron a sonar los acordes de órgano de “Mr Crowley” que fue cantada por todo el estadio, sorprendiendo y poniendo feliz a Ozzy.
Excitado por la reacción del público que canto toda la canción, el artista tomo la manguera con espuma y mojo a todos los fotógrafos y camarógrafos que se encontraban al pie del escenario y que sin ninguna queja, celebraron la ocurrencia del ex Black Sabbath.
“Fairies Wear Boots Lyrics” un clásico de Sabbath, hizo vibrar a la gente. La siguió “Suicide Solution”, una canción del disco clásico “Blizzard of Ozz”, su primer álbum solista, que le provocó en los ‘80 muchos problemas judiciales al cantante, hasta que Ozzy que dialogaba y arengaba en cada intermedio anuncio a la bella balada “Road to nowhere” del discazo “No more tears”.
El cantante escucho a la gente corear el riff y el estribillo de “War Pigs” de Black Sabbath y aplaudió al público.
Tras un descanso, en donde dejó zapando a su banda, Ozzy volvió para cantar “I don’t want to change the world” y dos clásicos de Sabbath como “Iron Man” y “Paranoid”.
Antes del show que ofreció el “Príncipe de las Tinieblas” sacudieron al público presente Judas Priest y Motorhead, dos de las grandes agrupaciones del heavy metal.