El periplo de un joven padre mendocino que fue a buscar a su hijo a Nequén

Después de 4 meses, pudo conseguir un permiso para que ambos puedan estar en la provincia. El eterno que "se hizo eterno" y la cuarentena en un hotel en no muy buenas condiciones.

Un joven padre mendocino terminó en la madrugada del este sábado una "odisea", como deifinió él, el raid que tuvo que hacer para ir y volver a Nequén en menos de un día para buscar a su hijo de 9 años al que no veía desde hace 4 meses.

L., como prefiere que lo nombremos, ahora hace la cuarentena obligatoria en uno de los hoteles que dispuso el Gobierno para tal fin, pero asegura que por ahora no puede descansar porque las condiciones en las que está la habitación que le dieron lo obligaron a ponerse limpiar. 

"Quise hacer el aislamiento obligatorio en mi casa, vivo solo, podríamos habernos aislado sin tener ningún tipo de contacto con el exterior, pero no nos dejaron. Nos mandaron a este hotel que tiene muy pocas condiciones higiénicas. Me da más miedo contagiarme de algo acá que en mi casa", resume mientras pide ayuda a sus familiares para que lleven ropa, alimentos y otros elementos que serán vitales para sus próximos días aislados.

Aunque todavia no puede dar por terminada la cuestión, le quedan 13 días de estadía fuera de su casa, la historia comenzó hace casi 4 meses cuando el presidente Alberto Fernández anunció el inicio del aislamiento obligatorio. La preocupación de L fue muy fuerte ya que su hijo estaba en Nequén donde vive su madre, aunque nunca pensó que iba a tener que esperar tanto para verlo de vuelta.

Así las cosas, mientras pasaban los días, empezó a averiguar de qué manera podía llegar hasta la provincia vecina y volver con su hijo. Averiguó sin éxitos sobre los permisos, los papeles que le podrían llegar a pedir, si había micros especiales del Gobierno y todas las opciones. Asegura que no tuvo respuestas. Meses después, gracias al trabajo de la mamá de su hijo pudo conseguir un permiso que sólo le permitía entrar a Neuquén y permanecer por menos de 24 horas. Con ese papel, agarró su auto y fue.

La vuelta, aunque ya sabía que era muy probable que iba a ser escoltado desde el Sur provincial hasta el Gran Mendoza, fue mucho peor de lo que imaginaba. El viaje que en promedio hace en 7 horas duró casí un día. Es que la policía, al ingreso de la provincia, espera que se junten varios autos que estén en la misma situación y los escolta hasta la Terminal en donde los dividen a los hoteles. Pero para llegar desde Alvear hasta la Terminal pasaron horas esperando que se juntaran más autos, desviíos larguísimos acompañando a personas que residen en el interior de la provincia y otras largas esperas en puestos policiales.

"Llegamos al hotel a la una de la mañana, me dijeron que tenía que dejar el auto afuera y que un familiar mío debía pasarlo a buscar porque no podía estar en la calle. Nos metieron en una habitación que está sucia y en la que no sale agua caliente. Cuándo llamás a recepción no te atienden. No andan las luces. No podemos estar cómodos acá", dice entre bronca y preocupación.


"No quiero ser desagradecido, porque todas las personas con las que hemos estado en contacto han sido amables, pero hay mucha desorganización. Deberían ponerse de acuerdos entre los funcionarios de las diferentes provincias para evitar las perdidas de tiempo. Hay mucha desidia y los que estamos en esta situación sólo somos personas que hicimos un gran esfuerzo para estar con nuestras familias", concluye y comparte fotos de lo que será su hogar los próximos 14 días.


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