El motivo que hay detrás del mito de la lavanda como planta de la suerte

Seguramente has escuchado que la lavanda atrae la buena fortuna pero ¿sabes por qué? En esta nota te contamos del mito de la lavanda como planta de la suerte.

De las plantas aromáticas, la lavanda es la que es más común de ver en los jardines de las casas, ya sean urbanas o de campo. La razón de esto, como todo en la vida, es multicausal. La lavanda suele ser la favorita de muchos no sólo por su aroma inconfundible, el color azul y/o violeta de sus flores, o por atraer a cientos de mariposas y abejas; también se trata de una planta plagada de beneficios incluso para la salud. Pero esto no son todas los motivos detrás del mito de la lavanda como planta de la suerte, hay toda una historia con dioses que dan sustento a este mito.

Lavanda: propiedades y beneficios

El poco cuidado que esta planta necesita para crecer fuerte y sana ya es todo un beneficio en sí mismo. Se desarrolla muy bien en lugares rústicos, tales como zonas rocosas y a pleno sol, pero aún así, puede sufrir en época invernal y perecer en una helada. 

Una de las características más notables de la lavanda es su aroma inconfundible. Esto ha producido que durante siglos sea utilizada en aceites y jabones. Incluso no hace falta someter a la flor de lavanda a un extenso proceso para disfrutar de su aroma, con tan sólo recolectar algunas flores y colocarlas en el placard (por ejemplo) tendrás toda tu ropa perfumada. Su aroma también funciona como un poderoso repelente para plagas como los mosquitos, entre otras. 

Las flores de la lavanda son muy utilizadas para malestares físicos debido a su poderosa acción como calmante y su ayuda a disminuir problemas respiratorios y hasta musculares. Su gran poder como regenerador celular, favorece la cicatrización y la regeneración de la epidermis, razón por la cual es un remedio maravilloso para tratar los eccemas, quemaduras y erupciones. 

El mito de la lavanda como planta de la suerte

En la antigua Grecia, los colores y el aroma de la flor de la lavanda llevaron a relacionar esta planta con el aire, por lo tanto en estrecha relación con la diosa del aire, Áine. Aunque también se hace referencia a esta planta aromática en el mundo de los silfos y hadas. Se creía que invocando a estos seres, podríamos alcanzar la inspiración y claridad de pensamiento. 

Gracias a los poderes relajantes que tiene la lavanda sobre el sistema nervioso, también en la antigua Grecia se consideraba que era un regalo del dios Mercurio, el dios de la comunicación. Ya que, según los antiguos, Mercurio rige el lenguaje y la necesidad de comunicación del ser humano y, en el plano físico, rige también el sistema nervioso. Decían que la lavanda aportaba calma, sosiego al pensamiento y ayudaba a que la persona que la tomara se sintiera más feliz y en armonía. 

Hoy en día, gracias a los avances de la ciencia, sabemos que la lavanda contiene principios activos que actúan relajando el sistema nervioso. Está compuesta de linalol, linalino, alcanfor, limoneno, taninos y boreol, curaminas y saponinas. Estos principios hacen de la lavanda una planta medicinal para acompañar tratamientos contra el estrés, la ansiedad y el desasosiego. 

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