El granizo golpeó al Este provincial y complica la cosecha

Justo con la vendimia encima, el tiempo metió la mano y cambió los pronósticos.

Las lluvias y el granizo caído en los últimos días en el Este provincial afectaron a miles de hectáreas cultivadas, principalmente con uvas y frutales.
Por eso desde el Gobierno buscan alguna salida para que los productores afectados puedan hacerle frente a la situación. Es que la contingencia llegó a poco tiempo de comenzar la cosecha intensiva. Desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura debieron postergar la presentación del pronóstico de cosecha ajustado, porque primero deben evaluar las consecuencias de las tormentas sobre los campos.
El último fin de semana la zona más castigada por las tormentas fue el departamento Junín, donde comparaban el tamaño de la piedra con un huevo de gallina y hasta una pelota de tenis. Se trata del departamento que mayor proporción de tierras tiene destinadas a cultivos (el 100 por ciento de la tierra disponible está en producción).
Sólo culpa de la última tormenta, unas 1000 hectáreas fueron afectadas. La proporción de los daños es enorme, pues en algunos casos es del 100 por ciento y hasta supera esa proporción, porque los daños producidos podrían complicar las cosechas futuras.
En Rivadavia y San Martín las hectáreas afectadas por la misma tormenta de piedra serían alrededor de 2 mil.
Ahora los encargados de evaluar los daños son los especialistas de la Dirección de Contingencias Climáticas. Luego el Ministerio de Agroindustria, conducido por Marcelo Barg, analizará los pasos a seguir para brindar asistencia a los productores.
Según los informes preliminares del INV, en la presente temporada se perdieron por completo más de 6.200 mil hectáreas de viñedos, sin contar las últimas tormentas que produjeron pérdidas en el Este de la provincia. Otras 15 mil hectáreas de vid fueron afectadas en menor proporción, pero con daños que complican la cosecha y la realidad de los productores.  Luego de esa evaluación, ese organismo realizará el último ajuste del pronóstico de cosecha para terminar el trabajo de números con el fin de la vendimia.