Dramático: se tragó una aguja mientras comía un sánguche, vivió así un mes y está vivo gracias a los médicos

En un hecho sin precedentes en la Argentina, un hombre ingirió una aguja y hará vida normal porque los médicos realizaron una excepcional cirugía que llevó semanas de preparación.

 Un hecho insólito en la historia de la medicina argentina se dio en Capital Federal esta semana. Un hombre tragó una aguja sin saber mientras comía un sánguche y está vivo porque los médicos realizaron una inédita operación de alta complejidad, que involucró a los principales cirujanos de la Argentina.

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Maximiliano Ibarra es la víctima y tiene 44 años. Su vida casi cambia -y termina- de un momento a otro mientras comía un sánguche, pero el profesionalismo de los especialistas hace que hoy pueda contar la historia.

El hecho ocurrió a principios de marzo y Maximiliano vivió un mes entero con la aguja dentro de su cuerpo. Cuatro semanas después, según explica Crónica, fue intervenido quirúrgicamente y está sano y salvo. Luego del alta, su vida será normal.

"Sintió un dolor en el esternón mientras comía un sánguche, en el medio del pecho, y fue al médico", explicó el jefe de Cirugías del Hospital Durand, el lugar donde se hizo la cirugía. "Cuando hicimos estudios, ya le había perforado el esófago y estaba muy cerca de la arteria aorta", continuó.

Con esto se encontraron los médicos.

"Desde ese momento entendimos que sería una operación inédita y que no hay precedente alguno de esto en Argentina. Se debió convocar a una reunión de cirujanos prestigiosos para definir cómo proceder", agregó sobre el inédito operativo médico.

Tras intensos días de estudios y posibilidades, este miércoles los médicos lograron extraer la aguja de 3 centímetros de largo. Debieron colocar una endoprótesis para proteger la arteria aorta, puesto que el más mínimo contacto lo hubiese matado en el acto.

El Hospital Durand, donde se realizó la cirugía.

Los especialistas concluyeron que el hombre tenía un 80% de probabilidades de morir por una infección durante todo este tiempo, pero eso tampoco pasó. La operación fue un éxito, sentó un precedente en la medicina nacional y el hombre podrá continuar comiendo con normalidad el resto de su vida. 

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