Un gigante del fútbol argentino quedó al borde del colapso por la crisis
La crisis institucional y económica de San Lorenzo volvió a quedar expuesta este martes por la mañana, cuando el plantel profesional decidió no entrenarse en la cancha auxiliar del predio de Boedo en protesta por las deudas que la dirigencia mantiene con el grupo.
La medida, que sorprendió a algunos pero era anticipada por quienes siguen la actualidad azulgrana, marca uno de los puntos más críticos de un deterioro dirigencial que ya golpea de lleno al fútbol profesional.
Según trascendió, los jugadores mantienen atrasos en el cobro de los premios por la reciente clasificación a la Copa Sudamericana.
La dirigencia les había prometido que el monto estaría saldado antes del inicio de las vacaciones, pero el compromiso no se cumplió y el malestar terminó de explotar en forma de paro.
El conflicto estalló en paralelo a un reacomodamiento político de una magnitud pocas veces vista en el club. En los últimos días, dirigentes de peso del Ciclón mantuvieron reuniones con el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, y avanzaron en un acuerdo para la conformación de una comisión transitoria que reemplace al oficialismo actual, completamente desgastado y sin capacidad de gestión.
