Sudáfrica le ganó a Nueva Zelanda la final del Mundo y se consagró campeona de rugby
En una emocionante final del Mundial de Rugby en el Stade de France de París, Sudáfrica derrotó a Nueva Zelanda por un estrecho margen de 12-11 y se convirtió en el máximo ganador de la Copa del Mundo, con un total de cuatro títulos, mientras que Nueva Zelanda quedó en tercer lugar con tres.
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Los Springboks jugaron un partido sólido y estuvieron en ventaja durante todo el encuentro, a pesar de no haber logrado capitalizar la ventaja de tener un jugador más en el campo desde los 27 minutos del primer tiempo. Esta ventaja numérica surgió cuando Sam Cane, el capitán de Nueva Zelanda, recibió una tarjeta roja por un contacto brusco en la cara de un oponente sin intención.
El partido fue extremadamente parejo, y en la primera mitad, Sudáfrica construyó su ventaja gracias a la precisión del apertura Handré Pollard, quien acertó los cuatro penales que finalmente les darían la victoria a los Springboks. Nueva Zelanda luchó intensamente y al final mereció un mejor resultado.
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Un detalle interesante es que Pollard, quien en un principio no estaba convocado para disputar la Copa del Mundo, ingresó al plantel debido a una lesión del hooker Malcom Marx. Con el tiempo, Pollard se ganó el puesto como apertura titular en lugar de Manie Libbock.
En la segunda mitad, los All Blacks, a pesar de estar en desventaja numérica, mostraron su espíritu de lucha al igualar el juego. Se vio un equipo sólido en defensa, incluso con momentos en los que el centro Jordie Barrett se desempeñó en la tercera línea de los forwards, supliendo la ausencia del expulsado Sam Cane.
En ese contexto, Nueva Zelanda logró avanzar en el campo y estuvo cerca de la zona de anotación rival. Incluso elaboraron una jugada que parecía un try del medioscrum Aaron Smith, pero fue invalidada por un knock-on previo después de una revisión del TMO.
A pesar de esta decepción, los All Blacks siguieron luchando y tuvieron la oportunidad de ganar el partido con un penal desde el centro del campo, pero Jordie Barrett no logró convertirlo. En los minutos finales, Nueva Zelanda continuó presionando, y en el tiempo reglamentario, los Springboks lograron asegurar la pelota tras un scrum y la sacaron del campo para asegurar el título y ganar su cuarta Copa del Mundo.
