La confesión del Ogro Fabbiani tras su paso por la Lepra mendocina: "Me dijeron que me iba a morir"

El actual entrenador del Deportivo Riestra reveló uno de los peores momentos que pasó como futbolista profesional.

Cristian Fabbiani, conocido como El Ogro, brindó un mano a mano con un medio local y destapó una faceta de su vida que muy pocas personas conocían. 

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Luego de relatar su trayectoria futbolística, que comenzó en el Club Social y Deportivo Liniers, hasta su rol actual como entrenador, Fabbiani tocó el tramo de su pasado en el que casi pierde la vida

Si bien su carrera incluyó pasos por diversos equipos de Argentina, incluyendo Lanús, Palestino de Chile y CFR Cluj de Rumania, el Ogro resaltó su experiencia internacional por equipos fuera del territorio nacional. 

En su retorno al país, vistió las camisetas de Newell's Old Boys, River Plate, All Boys e Independiente Rivadavia, además de incursiones en el extranjero con Sport Boys Warnes en Bolivia, Estudiantes de San Luis, Liga de Portoviejo de Ecuador y CD Universitario de Panamá, antes de caer en Deportivo Merlo y arrancar su etapa como director técnico. 

Sin embargo, su historia va más allá de los terrenos de juego, enfrentando momentos difíciles como su batalla contra el cáncer en 2015, un hecho poco conocido públicamente. 

En aquel momento, el delantero venía de ser despedido de la Lepra mendocina, por "no hacer dieta", y recayó en el elenco de Bolivia, para luego terminar en Estudiantes de San Luis. Todo el mismo año. 

"Yo tuve cáncer en el 2015 y la verdad que no me afectó", reveló Fabbiani. La enfermedad, un tumor de 16 por 6 en su pierna, fue un desafío que enfrentó con determinación, incluso cuando los médicos le dieron pronósticos desalentadores.

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"Es muy grave, no vas a poder jugar nunca más al fútbol", recordó sobre las palabras del médico.

Además, el jugador que supo brillar en Rosario y Núñez destapó la frase que lo paralizó en aquel momento: "Tuve tres sesiones, la primera el médico me dijo que me iba a morir, que era muy grave; la segunda me dijeron que podía zafar; y la tercera que me iba a morir". 

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