Irán y Egipto rechazaron jugar el "Partido del Orgullo" en el Mundial 2026
El sorteo del Mundial 2026 dejó un escenario tan inesperado como explosivo: Irán y Egipto deberán enfrentarse el 26 de junio en Seattle, en un encuentro que la ciudad había designado meses atrás como el "Partido del Orgullo LGBTQ+". La coincidencia entre esa etiqueta y dos selecciones cuyos países penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo desató un conflicto que ahora la FIFA deberá resolver.
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El choque está programado para el Lumen Field justo al inicio del fin de semana del Orgullo en la ciudad. La designación del partido no fue una decisión del Mundial sino del comité organizador local, que desde 2023 había previsto una jornada simbólica de inclusión, independientemente de qué selecciones resultaran sorteadas.
La reacción de los países involucrados fue inmediata. "Tanto nosotros como Egipto hemos protestado. Es una decisión irrazonable que parece apoyar a un grupo en particular. Sin duda, abordaremos este asunto", declaró Mahdi Taj, presidente de la Federación Iraní de Fútbol, en la televisión estatal. Ambas federaciones consideran incompatible participar de un encuentro con esa denominación, debido a la legislación vigente en sus territorios.
Pese a la presión diplomática, el Comité Asesor de Partidos del Orgullo de Seattle (PMAC) ratificó que mantiene la celebración tal como estaba prevista. La alcaldesa Katie Wilson también reafirmó la postura local: "Con partidos en Juneteenth y en el Orgullo, podemos demostrarle al mundo que en Seattle todos son bienvenidos", expresó en un mensaje público.
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La FIFA, por su parte, todavía no se pronunció. El antecedente más cercano sobre tensión con símbolos LGBTQ+ ocurrió en Qatar 2022, cuando el organismo advirtió que amonestaría a quienes usaran el brazalete "OneLove", lo que llevó a selecciones europeas a retirarlo.
Irán y Egipto integran el Grupo G junto a Bélgica y Nueva Zelanda, pero el foco hoy trasciende lo deportivo: combina diplomacia, derechos humanos y un calendario ya fijado. Con ambos países rechazando públicamente el marco del evento, el duelo del 26 de junio se perfila como uno de los episodios más controversiales de la Copa del Mundo.
