España y una nueva dinastía en el hockey sobre patines
El equipo ibérico superó el sábado 5 a 4 en la final a Argentina y se quedó con el Mundial disputado en San Juan.
Con este título, la Furia Roja igualó con 15 conquistas a Portugal como los más ganadores en la historia, y además afirmó su supremacía en este deporte, consiguiendo cinco de los últimos seis mundiales, en los cuales en tres ocasiones se impuso en el juego decisivo al elenco albiceleste (en 2005, 2009 y 2011).
Sin dudas, España fue un digno y merecidísimo campeón, porque más allá de la mínima diferencia en el resultado de la final, el equipo europeo fue muy superior al argentino y con pequeñas pero decisivas diferencias sentenció desde muy temprano el partido.
El conjunto dirigido por Carlos Feriche contó con un tremendo arquero como Guillem Trabal, el mismo que festejó en aquella final de San Juan 2001 también ante Argentina (el otro que repitió la celebración fue el capitán Pedro Gil), y estuvo acompañado por un equipo muy sólido, con capacidad para defender y potencia en ataque.
Argentina contó con el “Turco” Daniel Kenan en el arco, que si bien tuvo un torneo aceptable y no es para reprochar su nivel, lo del arquero no fue superlativo como necesita una potencia del hockey como nuestro país. Pero no es por cargar culpas sobre Kenan, sino para apreciar la falta de un guardameta que transmita seguridad como lo fueron en su época Guillermo Hermann, Alfred Bridge o Juan Oviedo.
Y el otro tema fundamental fue el déficit defensivo del equipo, que contó con un potencial enorme en ataque, pero que nunca se mostró sólido atrás.
Esas falencias no se notaron ante los rivales débiles, y sobresalieron pero pudieron ser compensadas ante Italia y Portugal.
Sin embargo, ante un elenco que no perdona como el español, fueron más notorias que nunca y terminaron definiendo el título mundial, nada menos.
Fue una nueva decepción albiceleste en San Juan, donde sólo pudo festejar en 1978, ya que en 1970, 1989, 2001 y 2011 no alcanzó el título (en los dos últimos fue finalista).
Una página triste que culmina el ciclo en la selección de Mariano Velázquez y José Luis Páez (los dos jugaron seis mundiales y no ganaron ninguno) y que deja a una base con el experimentado defensor mendocino Esteban Ábalos y dos cracks como Pablo Álvarez y Emanuel García.
Seguramente José Martinazzo dejará su cargo en el equipo y será tarea de la Confederación Argentina de Patín intentar encontrar un estratega que logre afianzar las piezas para, en la próxima cita de Angola 2013, lograr arrebatarle la corona y cortar la hegemonía española, que ya marcó una época.
Con este título, la Furia Roja igualó con 15 conquistas a Portugal como los más ganadores en la historia, y además afirmó su supremacía en este deporte, consiguiendo cinco de los últimos seis mundiales, en los cuales en tres ocasiones se impuso en el juego decisivo al elenco albiceleste (en 2005, 2009 y 2011).
Sin dudas, España fue un digno y merecidísimo campeón, porque más allá de la mínima diferencia en el resultado de la final, el equipo europeo fue muy superior al argentino y con pequeñas pero decisivas diferencias sentenció desde muy temprano el partido.
El conjunto dirigido por Carlos Feriche contó con un tremendo arquero como Guillem Trabal, el mismo que festejó en aquella final de San Juan 2001 también ante Argentina (el otro que repitió la celebración fue el capitán Pedro Gil), y estuvo acompañado por un equipo muy sólido, con capacidad para defender y potencia en ataque.
Argentina contó con el “Turco” Daniel Kenan en el arco, que si bien tuvo un torneo aceptable y no es para reprochar su nivel, lo del arquero no fue superlativo como necesita una potencia del hockey como nuestro país. Pero no es por cargar culpas sobre Kenan, sino para apreciar la falta de un guardameta que transmita seguridad como lo fueron en su época Guillermo Hermann, Alfred Bridge o Juan Oviedo.
Y el otro tema fundamental fue el déficit defensivo del equipo, que contó con un potencial enorme en ataque, pero que nunca se mostró sólido atrás.
Esas falencias no se notaron ante los rivales débiles, y sobresalieron pero pudieron ser compensadas ante Italia y Portugal.
Sin embargo, ante un elenco que no perdona como el español, fueron más notorias que nunca y terminaron definiendo el título mundial, nada menos.
Fue una nueva decepción albiceleste en San Juan, donde sólo pudo festejar en 1978, ya que en 1970, 1989, 2001 y 2011 no alcanzó el título (en los dos últimos fue finalista).
Una página triste que culmina el ciclo en la selección de Mariano Velázquez y José Luis Páez (los dos jugaron seis mundiales y no ganaron ninguno) y que deja a una base con el experimentado defensor mendocino Esteban Ábalos y dos cracks como Pablo Álvarez y Emanuel García.
Seguramente José Martinazzo dejará su cargo en el equipo y será tarea de la Confederación Argentina de Patín intentar encontrar un estratega que logre afianzar las piezas para, en la próxima cita de Angola 2013, lograr arrebatarle la corona y cortar la hegemonía española, que ya marcó una época.
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