En modo ídolo, De Rossi enamoró al Mundo Boca en su llegada
El italiano Daniele De Rossi cautivó ayer al “Mundo Boca” en sus primeras
horas en Argentina, que vivió intensamente desde su fervorosa llegada al
Aeropuerto de Ezeiza, por la mañana, hasta su participación en un entrenamiento
vespertino bajo la lluvia en Casa Amarilla.
Entremedio,
el ex volante de Roma e Italia cumplió con los estudios médicos antes de firmar
contrato y luego conoció las instalaciones de La Bombonera, vestido con ropa
del club y acompañado por el vicepresidente primero, Cristian Gribaudo y el
director deportivo, Nicolás Burdisso.
De
Rossi, de 36 años, opacó por completo las repercusiones de la gran victoria de
Boca frente a Ahtletico Paranaense (1-0) en Brasil, por la ida de octavos de
final de la Copa Libertadores, y generó una revolución tanto en los hinchas
como en el club.
El
campeón mundial en Alemania 2006 tuvo en su corta estadía en Buenos Aires
algunos gestos que refuerzan la idea de ser “un jugador a la medida de Boca”.
Por caso, pidió entrenarse ayer a la tarde, pese al
cansancio del vuelo desde la capital italiana, y lo hizo bajo la lluvia y con
pantalones cortos, a diferencia de sus compañeros que lucieron todos pantalones
largos.
De Rossi participó de un trabajo a puertas cerradas en
la cancha número 1 del Complejo Pedro Pompilio junto con los futbolistas que
sumaron pocos minutos o ni jugaron en Curitiba.
Su
presentación oficial iba a realizarse hoy pero finalmente fue aplazada para la
semana que viene cuando el presidente del club, Daniel Angelici, regrese de un
viaje por Europa.
