Cruce entre los dos papas: Benedicto pide a Francisco que no ordene hombres casados

El papa emérito Benedicto XVI, dijo: «el celibato tiene un gran significado y es indispensable para que nuestro viaje hacia Dios siga siendo la base de nuestra vida».


El papa emérito Benedicto XVI cuestionó la posibilidad de
que el actual pontífice, Francisco, pueda avalar la ordenación sacerdotal de
hombres casados para casos particulares y consideró "indispensable"
mantener el celibato de los sacerdotes.





"Creo que el celibato tiene un gran significado y es
indispensable para que nuestro viaje hacia Dios siga siendo la base de nuestra
vida", planteó el alemán Jospeh Ratzinger en el libro 'Desde el profundo
de nuestro corazón', que este miércoles publicará Fayard en Francia.





Conocida la difusión del libro, el vocero papal Matteo Bruni
difundió este lunes un comunicado a los medios acreditados ante el Vaticano,
entre ellos Télam, en el que afirmó que "la posición del Santo Padre sobre
el celibato es conocida", y recordó palabras de Jorge Bergoglio a inicios
de 2019 en las que el Papa argentino solo planteaba la posibilidad de un cambio
en la materia "en localidades remotas".





La obra de Ratzinger, coescrita con el cardenal guineano
Robert Sarah, considerado uno de los jefes de la oposición conservadora a Jorge
Bergoglio, saldrá a la luz a semanas de que Francisco publique su exhortación
sinodal con las conclusiones del Sínodo amazónico de 2019 en la que podría
incluir una apertura a la abolición del celibato para casos puntuales.





"No puedo callar" antes esta posibilidad, agregó
Ratzinger en su texto, que volvió a incumplir su promesa de mantener una vida
de oración y silencio una vez alejado del cargo de Papa.





En el libro, anticipado por el diario francés Le Figaró,
Benedicto y Sarah reconocen que la motivación para la obra fue el Sínodo
dedicado a la Amazonia que convocó Bergoglio en octubre pasado y luego del que
los obispos le recomendaron al actual Papa avanzar con la posible ordenación de
hombres casados para algunas zonas con poca vocación sacerdotal.





"En los últimos meses, a medida que el mundo ha estado
resonando con el alboroto creado por un extraño sínodo mediático que ha
prevalecido sobre el sínodo real, nos hemos visto, nos hemos encontrado",
agregaron Ratzinger, de 92 años, y Sarah, de 74.





A fines de octubre, los participantes del Sínodo dedicado a
la Amazonia le entregaron a Bergoglio un documento con las conclusiones de la
reunión, entre ellas la propuesta para avanzar en la ordenación de hombres
casados.





"Proponemos establecer criterios y disposiciones de parte de la autoridad competente, en el marco de la Lumen Gentium 26, de ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable", plantearon los participantes en el punto 111 del documento de 120 párrafos entregado al pontífice.





La posible ordenación de los denominados "viri
probati", que hace referencia a la constitución apostólica aprobada por el
Concilio Vaticano II, fue el punto que más rechazos despertó en los padres
sinodales, ya que fue aprobado con 128 votos a favor y 41 en contra.





Además, según el documento, la propuesta llegó incluso a ser
planteada fuera de las fronteras amazónicas: "A este respecto, algunos se
pronunciaron por un abordaje universal del tema", agregó el punto 111.





En ese marco, tras la difusión de los primeros extractos del
libro de Ratzinger y Sarah, la prensa especializada consideró a las palabras
del papa emérito como un gesto polémico hacia Bergoglio.





"El pontificado emérito será la reforma final de
Francisco", planteó en Twitter el británico Austen Ivereigh, autor de
varios libros sobre Jorge Bergoglio.





"¡Una puñalada trapera! Benedicto, al renunciar, dijo
que subía al monte a rezar", planteó luego el español José Manuel Vidal,
director del sitio religión digital.