Con un peronismo quebrado, modificaron el convenio del casino

Diputados que responden a intendentes transgredieron la voluntad del bloque justicialista y participaron de la votación. Hubo momentos de tensión y reproches.


Un conflicto que afecta a menos de un centenar de trabajadores estatales sirvió de excusa para marcar el quiebre dentro del bloque justicialista de la Cámara de Diputados. La digresión de una de sus filas se produjo durante la segunda sesión por la homologación del Convenio Colectivo de Trabajo de los empleados del casino provincial, para la cual habían acordado no participar con el fin de hacerla fracasar, tal como ocurrió con la primera. Sin embargo, minutos antes de que se cayera por falta de quórum, un grupo de legisladores transgredieron la voluntad partidaria y permitieron que se realice la votación.


El “cambio de parecer” vino de la mano de legisladores del este y sur provincial, dos bastiones de la línea Azul que pugna por hacerse nuevamente con el control de un fragmentado Partido Justicialista. Si bien las versiones de “aprietes” a intendentes de parte del Ejecutivo provincial fueron descartadas por el presidente del bloque Javier Cofano, el descontento del resto de la bancada fue manifiesto. En total fueron ocho los que participaron, entre los que se encontraban Silvia Ramos, Jorge Tanús, Javier Molina, José Muñoz, Cristina Pérez, Alejandro Viadana y Lidia Ruiz.


Con la sesión en marcha y ante las interrupciones de parte de representantes sindicales, el momento de mayor tensión se vivió cuando el diputado radical Gabriel Miró hizo un repaso de las razones de la modificación del convenio. Con una clara intencionalidad de culpar al ex gobernador Francisco Pérez y al Frente para la Victoria, su discurso tuvo que ser acortado -y suspendido por momentos-, debido a que enervó el humor de los presentes, al punto tal que Tanús se levantó de su asiento y lo invitó a “callarse la boca”.


Cuando aún duraba el escándalo, Guillermo Pereyra ingresó en el recinto y dirigió en breve pero enérgico discurso contra sus aliados del Frente Cambia Mendoza y al mismo gobernador Alfredo Cornejo. “No sé por qué carajos la Constitución Nacional establece el convenio colectivo de trabajo, si después un gobierno provincial no lo quiere respetar”, disparó y sostuvo que “esta Legislatura jamás debió modificar un acuerdo entre los trabajadores y la patronal, cuando es un tercero que no tiene parte legitimante”. Dicho esto, se retiró sin votar.


A pesar de los sobresaltos, la votación se terminó por realizar sin otras demoras. El resultado final fue de 24 votos a favor y 8 en contra, pertenecientes estos últimos a los justicialistas presentes. El presidente de la Cámara de Diputados, Néstor Parés, celebró la victoria e indicó que “ahora la  homologación será remitida nuevamente al Poder Ejecutivo, quien ratificará y publicará en el Boletín Oficial”.