Boca empieza el 2014 con un deseo: que se terminen las lesiones

Cuando el “Virrey” Bianchi confirmó, el 17 de diciembre de 2012, su tercer regreso a Boca, nunca se imaginó que sufriría 60 lesiones en una temporada.
Y fue así, ya que desde que el técnico más ganador de la historia del club (cuatro títulos nacionales y cinco internacionales entre los períodos de 1998-2001 y de 2003-2004) comenzó a trabajar el 6 de enero de 2013 en el hotel Amaike de Tandil (tras ser presentado el 19 de diciembre de 2012) vio como la mayoría de sus jugadores se lesionaron.
Bianchi, de 64 años, nunca pudo entender lo que le ocurrió a su plantel día a día a lo largo de todo un año.
Tal vez las razones ante tantas lesiones fueron la exigencia del preparador físico Juan Manuel Alfano en los entrenamientos, la presión o el estrés que sufrieron los jugadores por tener que ganar títulos en un club que no admite fracasos o simplemente la mala fortuna.
Pero seguramente para este 2014, con los torneos Final e Inicial y la Copa Argentina por delante, el “Virrey” cambiará su metodología de trabajo.
Es que las lesiones, según él, fueron determinantes a la hora de fracasar en todos los certámenes que jugó: Final 2013 (penúltimo con 18 puntos), Copa Argentina y Libertadores (eliminaciones en cuartos de final a manos de All Boys y Newell’s, respectivamente) e Inicial 2013 (séptimo con 29 unidades).
Bianchi quizá también cuide más a los jugadores lesionados, al no exigirles que vuelvan antes de tiempo más allá de las urgencias del equipo.
Son muchísimos factores a tener en cuenta para que las lesiones no atenten contra el equipo, que en 2013 nunca encontró la regularidad para ser candidato al título a partir de su juego.
El Torneo Final fue una mancha negra no sólo para Bianchi, sino también para la institución: el décimo noveno puesto fue un golpe duro para ambas partes.
Y encima en las Copas Argentina y Libertadores el equipo también fracasó tanto en el juego como en los resultados. Es que quedó eliminado, en ambos certámenes, en los cuartos de final.
Así Bianchi apostó todas las fichas al Inicial, pero otra vez la irregularidad fue el detonante de una nueva frustración.
Es que Boca tuvo muchas chances para ser campeón o al menos para forzar una definición mano a mano con otro equipo, pero las dejó pasar.
Por todo esto cuando mañana el plantel, con las incorporaciones de Juan Forlín y Hernán Grana, regrese a los entrenamientos en Casa Amarilla, empezará una nueva misión para Bianchi y compañía de cara a 2014: primero no sufrir lesiones y después encontrar la regularidad para pelear por algún título.