“Cachuña y Pajarito”: el alcohol barato con el que se emborrachan los pibes

Las consultas por consumo problemático se han triplicado y los chicos toman cada vez más. Alcohol medicinal y jugo, un brebaje económico que se ha puesto de moda.


Es de noche y salís de un edificio en las inmediaciones de
la Peatonal Sarmiento. El primer obstáculo será sortear la humanidad de una
persona en estado de “fisura” total, atravesado en la puerta. Ya al ganar la
vereda, un vaho de olor a orina te golpea la cara. De madrugada, las pérgolas
del paseo Sarmiento ofician de baño público y aposento de la resaca.





Seguís caminando y al llegar a la Plaza Independencia ves
grupitos de pibes con las encías todavía calientes por los dientes cambiados,
que toman jugo en caja. Pero no, estimado lector, no crea que los pibes
comparten una bebida de soja. Lo que toman es algo que en la jerga que se
conoce como “cachuña”: alcohol medicinal, ese que le venden en la farmacia, y
jugo.





Según el relato de los vendedores de bebidas alcohólicas de
la zona, los pibes y los adultos alcohólicos que merodean por la calle,
recurren a este brebaje por dos motivos: porque no les venden bebidas y porque
es barato.





¿Esto es una novedad? ¿Un fenómeno de los tiempos actuales?
No. Es un “truco” viejo como la Biblia pero lo que es un dato (y preocupante)
es el aumento del consumo de alcohol en menores de 18 años, en embarazadas y en
adultos deprimidos y acorralados por la realidad.





El doctor Sergio Saracco, especialista en toxicología y
director del Observatorio Salud Publica y Problemáticas de Consumo, señaló que,
según los datos de Sedronar, se han triplicado este año las consultas por
consumo problemático de alcohol. Las cifras recientes indican que en Mendoza el
77% de los chicos menores de 18 años consumen alcohol en forma abusiva. De ese
porcentaje, la mitad se da “atracones” de alcohol: consumir bebidas con más del
50% de graduación alcohólica en poco tiempo, para embriagarse rápido.





¿Y cómo se financian? Una botella de vodka, de las más
baratas, cuesta alrededor de 200 pesos. Una caja de jugo, ronda los 40 pesos.
Muchos chicos, que disponen de poco dinero porque sus padres no les dan o
porque son de bajos recursos, optan por el alcohol medicinal comprado en la
farmacia y el jugo. Una opción tan económica como degradante para la salud.





Pajarito





Desde antaño el alcohol ha sido un compañero oscuro de las
almas deprimidas y angustiadas. Sin embargo, las cifras son contundentes. En
medio de la crisis que atraviesa el país, las consultas se han triplicado.





Y en este punto, la maña para seguir bebiendo y achicar el
gasto vuelve a aparecer. No solo aumenta la “cachuña” sino también las bebidas
fermentadas en forma casera, a partir de una fruta u otro alimento con azúcar.
Esta práctica es muy común en las cárceles. En la jerga se llama “pajarito” y
consiste en una bebida que se obtiene de una fruta fermentada al sol, mezclada
con azúcar.