Bolsonaro: qué piensa el hombre de extrema derecha que puede gobernar Brasil

Defensor de la familia tradicional, de Dios y del porte de armas: el diputado de extrema derecha, Jair Bolsonaro, sobrevivió a una puñalada y a su propia trayectoria gris para vencer el domingo con autoridad la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil.


A menudo apodado ‘el Donald Trump brasileño’, este ex capitán del Ejército, de 63 años, impulsó su campaña a través de las redes sociales, con un discurso antisistema en un país en crisis política, económica y de seguridad.


Católico, tiene cinco hijos de dos matrimonios: cuatro varones -tres de los cuales forman parte de su círculo más próximo- y una niña, que según dijo en una ocasión significó “una debilidad” de sus capacidades. Esta es solo una de las incendiarias frases de quien puede convertirse en el próximo presidente de Brasil: un candidato acusado de misógino, antisemita y homofóbico.


Banalización de la violación


En 2003, Bolsonaro le dijo a una diputada de izquierda, que lo acusaba de incentivar las violaciones, que “no merecería ser violada”. Más tarde explicó al diario ‘Zero Hora’: “No merecería ser violada porque es muy mala, muy fea”.


Cientos de miles de mujeres se manifestaron el 29 de septiembre en varias ciudades del mundo contra el candidato por sus declaraciones machistas al grito de ‘Él no’, en una movilización histórica.


Defensa de la dictadura


En 2016, elogió a un torturador de la dictadura en Brasil (1964-1985). “El error de la dictadura fue torturar y no matar”, aseguró Bolsonaro en 2016 durante una entrevista en una radio local.


Ataques al colectivo LGBT


También hicieron correr ríos de tinta sus declaraciones homofóbicas. En una entrevista con la revista Playboy, en 2011, dijo que preferiría que sus hijos “muriesen en un accidente” a que sean homosexuales.


En otra ocasión, reconoció: “No voy a combatir ni a discriminar, pero si veo a dos hombres besándose en la calle, les voy a pegar”.


Y en una entrevista en televisión llegó a asegurar que “el 90% de los hijos adoptados (por parejas homosexuales) van a ser homosexuales y se van a prostituir, con seguridad”.


Contra los indígenas


Bolsonaro ha insistido durante toda la campaña electoral en que acabará con los derechos de los indígenas sobre las tierras: “No voy a dar ni un centímetro a las reservas indígenas”, declaró. Sobre la comunidad brasileña con descendencia africana también dijo: “No hacen nada. Más de mil millones de dólares al año estamos gastando en ellos”.


Declaraciones racistas


El político ha demostrado en varias ocasiones tendencias racistas, por ejemplo al explicar por qué sus hijos no tendrán parejas de raza negra: “Están muy bien educados”.


Recientemente, Bolsonaro afirmó que no aceptaría ningún resultado que no fuese su victoria, aunque después moderó su comentario.


Contra las clases bajas


Bolsonaro también se refirió a los millones de brasileños que están por debajo de la línea de la pobreza. “El pobre solo tiene una utilidad en nuestro país: votar. La cédula de elector en la mano es diploma de burro en el bolsillo. Sirve para votar por el gobierno que está ahí. Sólo sirve para eso y nada más”, dijo.