Autismo: la primera detección se realiza en el hogar

Una especialista explica los signos más comunes del espectro para que padres, madres y el entorno familiar realicen una detección temprana que garantice su posterior tratamiento.


Por Horacio Yacante



@horayacante



Se estima que en el mundo uno de cada ochenta niños y niñas
presentan trastornos de espectro autista. De aquí la importancia de su
detección temprana dentro del núcleo familiar para garantizar su desarrollo
personal y una correcta inserción en la sociedad.



En Mendoza no existen cifras oficiales, esto se debe
principalmente a que los estudios sobre este trastorno son aún muy recientes y
los médicos y profesionales no cuentan con toda la información y capacitación
necesarias como para identificarlo. De aquí se desprende también que existan
muy pocos centros destinados a su tratamiento y por lo tanto, los costos sean
muy elevados e inaccesibles para gran parte de la comunidad.



La profesora de Educación Especial, Fátima Del Vito, explica
que si bien los pediatras son los primeros profesionales en mantener controles
sobre los infantes, “el hogar es el primer lugar donde se debe realizar la
detección temprana del espectro autista”.



La profesional explica que hay ciertas marcas o conductas en
las niñas y niños que pueden ser detectadas por la mirada atenta de madres y el
entorno familiar.



Mirar con sus ojos



El primer signo que debe tener en cuenta una madre es el
contacto visual en el acto de amamantamiento. Este es un momento clave en la
relación entre madre e hijo, y por lo tanto, debe estar muy atenta.



“Los chicos con espectro no miran a los ojos ni suelen fijan
la mirada”, señala la profesional.



También evitan los lugares recargados de imágenes o carteles
pegados en las paredes. Esto se debe a que se sienten mucho más cómodos en
cuartos lisos y con menos estímulos visuales. “De aquí que las salas donde son
tratados sean tan claras, ya que un ambiente recargado los pone nerviosos y uno
más limpio los tranquiliza”, asegura.



El papel de las
abuelas



Las abuelas cumplen un rol fundamental en la detección
temprana, ya que cuenta con un “archivo o base de datos” de las conductas
comparadas de otros integrantes de la familia.



Los problemas en el habla o motrices son muchas veces vistos
en primer lugar por las abuelas, que recuerdan a qué edad comenzaron otros
integrantes de la familia a decir sus primeras palabras o treparse a los
muebles y correr correctamente.



Motricidad y habla



Cómo camina, juega o se comporta un niño en sus primeros
años también puede servir de advertencia de algunas señales de autismo. Por lo
general, los niños y niñas suelen evidenciar movimientos repetitivos o sin
aparente sentido.



A la hora de jugar, evidencian una falta muy evidente de
simbolismos. “Así es que en vez de jugar a las madres con las muñecas (niñas) o
hacer carreras de cochecitos (niños), prefieren apilarlos o ponerlos en fila”.



Otro signo muy claro y que debe generar alarma en padres y
madres son los retrocesos en el habla.



“Muchas veces ocurre que con la llegada de un hermanito
dejan de hablar o se vuelven torpes físicamente”, comenta Del Vito, pero
advierte que “esto muchas veces es confundido con celos, pero siempre es mejor
contar con el asesoramiento de un médico pediatra o un neurólogo”.



Más información



Para aquellos padres y madres que tengan dudas, este
miércoles 2 de abril se conmemora el “Día Mundial de Concienciación sobre el
Autismo”, que contará en nuestra provincia con un acto en la plaza
Independencia a las 19, en el que expondrán especialistas nacionales y diversas
asociaciones abocadas a su tratamiento.