La crisis “facultativa”
Textos y aportes psicológicos del
equipo titular de El Mendolotudo*.
Haciéndole honor a la enorme
cantidad de horas que pasamos por semana/mes/semestre dentro de una facultad,
no se nos ocurre otra cosa que ponerle humor a la situación y hablar del tema,
justo en la época en que comienzan con al ronda de parciales y finales, sin
partidos de ida y vuelta.
Cuando entras en la “facu"
hay un pequeño cursito que todos deben aprobar. Pueden llamarlo “Orientación”, “Técnicas
de estudio” u otras pavadas. El tema es que ese curso nunca prepara a nadie
para la crisis que se viene. Nadie se salva. Como crisis podemos enumerar:
- LA CRISIS DEL 59. No hay nada más enfermizo que saber que estuviste
a un puntito de aprobar, y el “porquería” del profesor no lo quiere hacer.
Podes meterle 100 pesos en el bizcochuelo, cebarle mate hasta cansarte. Nunca
te lo van a subir.
- LA CRISIS DEL “ME PRESENTO O NO ME PRESENTO”. 02:00 horas del día
antes de rendir, pizza tirada en la silla de al lado, el mate en su 5ta ronda
(lavadísimo), el televisor en silencio, peinado punk de tanto agarrarte la
cabeza y hojas tiradas por doquier. No llego…llego…yo puedo…Me rindo, no llego.
- LA CRISIS DEL COLECTIVO. Día del parcial, vas apuradísimo con los
apuntes en una mano, el abono en la otra y la mochila media puesta. Llegas a la
parada y, casualmente, hay paro de micros. O simplemente pasa media hora y el
bondi no viene. Llegas a rendir último puteando en lenguas.
- LA CRISIS DE LOS MOCOS. Invierno puro y duro, intentas concentrarte
en medio de la clase de esa materia tan complicada de entender. Se te caen los
mocos y te olvidaste los pañuelos. ¡Qué vergüenza! ¿Y ahora? Pedís pañuelos.
Diez minutos después asoma el agüita que tanto odias, y huís al buffet rogando
que vendan pañuelitos descartables y/o te vas al baño y te sonás la nariz sin
asco con agua.
- LA CRISIS DEL RESALTADOR. La peor y más temida de todas. Necesitas
ponerte a preparar la materia, resumir las 50 fotocopias que te faltan, y al
resaltador se le terminó la tinta. Mirada suplicante, le pedís que por favor
ande, lo agitas, lo examinas y nada. Muerto. Intentas con el boca a boca, le
echas vaporcito. Muerto. Nada va a ser lo mismo a partir de ese momento.
- LA CRISIS DE LOS LENTES SUCIOS. Después de horas dedicadas al
aprendizaje, vos necesitas un fin de semana de joda, pero tus lentes terminan
pidiendo un fin de semana en un spa oftalmológico. Sucios, doblados, rotos,
llenos de huellas digitales y necesarios, tan necesarios.
- LA CRISIS DE LOS GRANOS. Seguro que te pones a estudiar y te agarra
el hambre voraz. El mate no es suficiente, necesitas algo sólido. Entonces
atacas la heladera, te preparas tortitas con manteca y dulce de leche, y un
submarino bien cargado. Al otro día te despertás y te da un patatuz cuando te
ves en el espejo. No sirve el asepsia, tampoco el maquillaje. Ahora, a ponerle
valentía y enfrentar el mundo con tremenda cara de “pizza”.
- LA CRISIS DEL ESTÓMAGO. Cursado completo, full day, y vos el día
anterior comiste tarta de brócoli, tacos con porotos negros o un suculento
guiso de lentejas. Ahora están todos calladitos en el curso y te da una patada
ese bebé que tenés en el intestino. Pateas sillas, te acomodas, zapateas. Viene
de vuelta pero con el frío áspero incluido. Corres al baño. Antes, pondrías
hoja por hoja de pañuelitos descartables en el inodoro asqueroso ese, ahora no
hay tiempo. Otro caso (solo para la mujer): te viene en la “facu" y justo te
olvidaste las toallitas en la cartera que usaste fin de semana… A jugar a la mancha.
Peor si viene acompañado de su hermano dolor de ovarios, ese que te hace dar
ganas de estar en cuclillas…ese que te dice: ser mujer es bello, ser mujer es
hermoso.
Por último aparece la crisis
más común, más fea, más desesperante y más fóbica de todas. LA CRISIS DE “LA MENTE EN BLANCO”. Vos
lo sabías, lo estudiaste…pero los nervios te jugaron tremenda mala pasada. A
todos nos pasó alguna vez.
Y bueno, éstas son sólo
pocas de las que en realidad existen. Si no se sienten tocados por, al menos,
una de éstas, es porque o son unos copados o se dedicaron a ir a la “facu"
para cumplir con las expectativas de sus padres, aunque en realidad siguen
rateándose todos los días como en la secundaria. Ojalá tengan suerte en sus
vidas.
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