Afirman que las lluvias y los residuos aumentan la posibilidad de que ocurran aluviones
Una definición simple y acotada dice que un aluvión sucede cuando el agua arrastra material suelto (rocas, hojas, ramas, árboles y otros elementos) por una ladera, quebrada o cauce y a medida que avanza puede incrementar su caudal modificando drásticamente la topografía de un lugar y en zonas urbanas provocar serios daños en viviendas e incluso la pérdida de vidas humanas.
Según David Cangialosi, a cargo de la Dirección de Hidráulica de la provincia, toda la franja del piedemonte mendocino, que recorre unos 500 km desde el valle de Uspallata hasta el departamento de Malargüe, es susceptible de sufrir aluviones. Aunque es cierto que para que esto suceda se deben dar ciertas condiciones como fuertes precipitaciones en poco tiempo.
En la provincia el récord de precipitación ocurrió el 4 de enero de 1970 donde precipitaron 105 mm de lluvia en una hora. Por eso para quienes trabajan en la prevención de este tipo de fenómenos el mayor desafío es saber cuándo, dónde y con qué intensidad se podría producir un aluvión.
En la actualidad Mendoza cuenta con la mayor infraestructura aluvional del país, aunque de ningún modo esto garantiza que puedan evitarse que sucedan estos fenómenos. Menos aún cuando buena parte de toda esa infraestructura fue construida hace muchos años, y proyectada para una población mucho menor. Tal es el caso de la presa Maure y Papagallos que datan del año 1930.
Según Cangialosi, un desastre está compuesto por una amenaza natural y su impacto en una sociedad, lo que quiere decir que el riesgo se incrementa a la par del avance urbano. Según contó el especialista, en Mendoza, las acequias fueron creadas con para llevar agua a los árboles y luego se trasformaron en un sistema de drenaje. Aunque en la actualidad una gran cantidad de residuos sólidos se acumulan en acequias lo que provoca que el agua se desborde y aumente el riego de crecidas.
Al respecto agregó: “En esto surge una la discusión en cuanto a quién tiene la culpa, si los que tiran basura o si es falta de limpieza. Lo que puedo decir es que nosotros en el dique Papagallos hemos retirado desde el armazón de cocina hasta el casco de un auto. Y esa basura no solo obstruye el sistema de drenaje sino que además contamina”.
En cuanto a las mejoras en infraestructura, Cangialosi resaltó que el proyecto de la “Presa Chacras” ya cuenta con media sanción en diputados y que es algo que va mejorar la seguridad de toda la franja urbana que va desde el Challao hasta Blanco Encalada. Aunque admitió que el tema es complejo porque para hacerla es necesario expropiar parte del piedemonte.
Además Cangialosi señaló que existe la intención de avanzar con otros tipos de sistemas que ya se han utilizado de manera exitosa en otros países y que consisten en utilizar plazas y zonas parquizadas como grandes piletas de retención de agua para evitar que el agua afecte a zonas más bajas.
Si bien reconoció que aún faltan muchas obras por hacer también es cierto que en algunos departamentos se construyen casas sobre cauces, o se encuentran barrios como los que están frente al Desert con cauces estrangulados o con gran acumulación de residuos.