Porqué no pensamos un ratito, eh?

“…Para que seamos, faltan ingredientes como creatividad, espíritu cooperativo, grandeza de estadistas, tolerancia, visión de largo plazo.

Tampoco sobran en la política de cabotaje, dicho sea de pasadita… Para que seamos, solo nos falta un poco de libertad…”.


 


Es una pregunta para hacerle a un suizo que decidió venir a vivir por estos lares:


- “¿Qué pasó por tu cabeza para que decidas dejar un lugar tan “ejemplar” como Suiza, e instalarte en la Argentina? ¿Si nosotros somos la antítesis de lo ejemplar?” (En la pregunta, para hacerla mas liviana, no incluimos nada de eso que se dice que en Suiza, si tirás un papel al piso, tenés que vender un órgano de tu cuerpo para pagar la multa).


 


A lo que el Suizo puede responder:


- “La diferencia es que acá te sentís libre”.


 


Esa contestación puede llegar a responder también el por qué de los índices de suicidios de ese país supuestamente tan perfecto, y de seguro no tan vecino. Es simple, es claro. Viven en una especie de servicio penitenciario con vigilancia personal estilo Big Brother, donde te observan cada cosa que hacés de tu vida. Y al parecer este control llega un punto que, o te volvés loco, o querés matar a alguien, o (más sencillo) te las tomás de ahí. El tema es que, si comparamos, en Argentina te sentís tan libre que también se te puede dar por matar a alguien… total quien se va a enterar.


 


En fin, después de todo, suizos y argentinos no son tan distintos:


 


- En Suiza todos respetan la necesidad de cruzar del peatón. En Argentina el peatón entiende que el automovilista tiene tanta necesidad de cruzar que podría pisarlo si es necesario.

- En Suiza, si tirás un papel fuera de un cesto de basura, te multan. En Argentina, si usás un cesto de basura en la vía pública (cosa que no abundan) te premian.

- En Suiza, en caso de aborto terapéutico, se prioriza la vida de la madre. En Argentina, en caso de aborto, todavía rompemos con eso de que se prioriza la decisión bajo las normas morales de la iglesia y que muera el que muera.

- En Suiza, existen bancos “medianamente” discretos, que cuidan la plata y el nombre de quién la deposite (ojo Moyano, no se puede tapar el sol con la mano…). En Argentina, no hay dudas que existen boqueteros tan discretos que entran y salen sin que nadie se de cuenta (sin contar a esos “guantes blancos” que saben usar a la perfección la discreción que ofrecen los bancos suizos).

- En Suiza, la policía vigila (en exceso) que todo se mantenga en orden. En Argentina, para la policía, que todo se mantenga en orden sería: comer gratis en pizzerías, panaderías, casa de comidas en general; viajar gratis en colectivo, taxi o remis, y “arreglar” las irregularidades viales con algunos “numeritos” que hacen ruido.


 


Pese a las coincidencias, en Suiza la gente atestigua que se siente observada y perseguida. Y en Argentina, la ciudadanía aclama sentirse desprotegida e insegura… Porqué no pensamos un ratito, eh? para no sentirnos tan solos.