Flexibilizan las condiciones para elaborar vino casero y artesanal

Ampliaron la cantidad de litros que pueden producir anualmente y eliminaron la identificación a través de una oblea. Buscan mejorar la distribución en el mercado interno.


En consonancia con el programa económico nacional que apunta a favorecer a las economías regionales y los pequeños productores, el Instituto Nacional de Vitivinicultura modificó los regímenes de elaboración de vinos caseros y artesanales. La finalidad es eliminar una serie de trabas que dificultaban su distribución por el mercado interno y atentaban contra la rentabilidad de los elaboradores.


Las resoluciones publicadas ayer en el Boletín Oficial Nacional, establecen la derogación de las normas que datan de 2010 en el caso de los vinos artesanales (Res. C.45) y de 2002 en el caso de los caseros (Res. C.27).


Ambas reglamentaciones habían sido tildadas de restrictivas y limitantes por los pequeños productores, ya que imponían límites demasiado bajos para la elaboración y distribución de vinos, que cuentan con una amplia aceptación, sobre todo en los mercados turísticos.


De este modo, los cambios sustanciales están enfocados en primer lugar en eliminar la oblea con la que eran identificados. El argumento esgrimido es que este “instrumento de control, dado el tiempo transcurrido desde la implementación y atento que ha habido una evolución en la calidad de los vinos artesanales, es oportuno dejar sin efecto su utilización”.


El segundo cambio fundamental tiene que ver con las cantidades máximas permitidas. En el caso de los vinos artesanales, la resolución C45 establecía que “cada elaborador de Vino Artesanal deberá solicitar un Análisis de Libre Circulación por partidas no superiores a los dos mil litros (2.000) de vino”.


Ahora, queda establecida una ampliación que estipula que “la persona física inscripta ante el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que efectúe una elaboración anual que no exceda los doce mil litros (12.000) de vino”.


En el caso de los vinos caseros, la resolución C27 no permitía que se eleboraran más de 500 litros, cantidad que hoy se multiplica octuplica a 4.000 litros. En la tabla anual, en ambos casos, la cantidad permite una mayor competencia y rentabilidad de los productores, sobre todo en áreas rurales donde la logística de las grandes cadenas no llegan con la misma oferta de las ciudades.


Para garantizar un mejor control, “la circulación o liberación al consumo del Vino Artesanal, el elaborador deberá solicitar el respectivo análisis de Libre Circulación”. Para eso, “el inscripto tendrá que abonar un arancel, cuyo valor será el 50% del arancel básico establecido para la habilitación de los análisis de libre circulación de vinos conforme la reglamentación en vigencia”.


Además, todos los elaboradores de Vino Artesanal y Casero deberán poseer el correspondiente Certificado de Inscripción otorgado por el INV, para el que tendrán un máximo de 180 días a partir de ahora, para presentarse y obtener el nuevo documento.