Brasil avanza con China para crear un tren bioceánico
Uno de los proyectos más ambiciosos de varios gobiernos mendocinos es la creación del tren Bioceánico, que uniría el Atlántico con el Pacífico. Ahora, un proyecto conjunto entre Brasil y China propone hacer lo mismo, pero sin pasar por la Argentina.
El anuncio llegó luego de que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el primer ministro chino, Li Keqiang, firmaron 35 acuerdos bilaterales por 53.000 millones de dólares.
El planeado ferrocarril tendrá un recorrido de más de 5.000 kilómetros, atravesará el Amazonas y los Andes —donde transitará a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar— y demandará un presupuesto de 50.000 millones de dólares. El análisis de su viabilidad deberá estar completo en mayo del año próximo.
En un comienzo, el trazado del tren solo incluía a Brasil y a Perú, pero su paso por Bolivia supondría reducir unos cuantos kilómetros de trayecto y de combustible. De concretarse, según el portal El Espectador, este país sería uno de los más beneficiados debido a la posibilidad de traslado de sus reservas de minerales, como hierro, litio y magnesio, cuyo mayor comprador es justamente China.
El proyecto representa una vía alternativa para los mercados
Tras firmarse el acuerdo, en mayo último, entre Rousseff y Li, la mandataria brasileña declaró: "Será un nuevo camino rumbo a Asia que se abrirá desde Brasil, llevará primero a Perú y después, a China", publicó el portal El Comercio.
De esta manera, la Ruta de la Seda transoceánica disminuirá los tiempos de los intercambios comerciales, ya que evitará que las materias primas sudamericanas, principal producto de interés para China, deban llegar hasta el canal de Panamá, desde donde aún les restan 30 días de navegación para arribar al puerto de Tianjin, en el sur de Pekín.
Este megaproyecto se complementa con la iniciativa de construir en Nicaragua un canal interoceánico que elimine el monopolio del canal de Panamá. La obra estará a cargo del multimillonario de Hong Kong Wang Jing, quien firmó un contrato por 40.000 millones de dólares que otorga a China la concesión de 50 años para su construcción y 50 más para su explotación.