Es que estás más o menos polarizado
Anti K, medios-antiK. Pintaba interesante el debate hasta que tocamos Ganancias y Seguridad...". Después otro, reflejando más sobre el debate de la mesa asadera: "Porque me sacan guita todos los meses de mi sueldo? Saben si me sobra? Damela que hago un emprendimiento y le doy laburo a la gente". Y otro, en la misma sintonía: "Me obligas a pagar el impuesto a las ganancias y me privas de hacer lo que se me cante el culo con mi plata". Y asi fue toda la noche.... La expresión en la red del pajarito cierra con un: "Lo que me quedo muy claro es que no le creen a los políticos. No quieren votar mas si fuera posible. Ese es el panorama que vi". Es en ese momento que se ocurre preguntarle, a través de un canal más privado, que pasaba, porqué las publicaciones en Twitter estaban tan politizadas. "Estoy podrido de la política. Eso pasa" me dijo.
Fue justo al otro día, de todo este episodio tuitero, que me puse a leer un artículo sobre el tema de la "polarización". La trinchera que todos los días se presenta cuando te decidís informarte. Según que medios y qué periodistas. Y toda esa discusión sobre el punto de vista de la comunicación, eso que se presenta como las dos partes que se ven reflejadas en la calle. Y el que te dice una cosa es porque está en el lado equivocado, porque en realidad lo que pasa es esto que aquel no lo ve porque no le toca de cerca... En definitiva, esas categorías que estén lejos de explicarlo todo.
Se supone que si uno se acerca a las Ciencias Sociales tiene más posibilidades de reforzar su espíritu crítico. Con el periodismo como referencia para ver las cosas (el caso de quién escribe y del amigo que postea), sumado a una convivencia estandarizada con el día a día, el criterio puede estar dentro de los parámetros óptimos. O lo que uno cree que puede llegar a tener. Por ejemplo, lograr entender que un determinado análisis político no es el que simplemente se cuenta o se escribe bien, sino que por allí pasan intereses contradictorios, y que tienen que tomar una posición. Deberíamos saber que es así. Porque cuando tuvimos la oportunidad de llenar nuestros casilleros de conocimiento, nos convertimos en sujetos sociales con capacidad de intervenir en aquellos ámbitos en los cuales se juegan decisiones que afectan a la colectividad y no sólo a quienes las toman. Eso.
“¿Cómo vas a estar podrido de esto? Vos debería saber diferenciar una cosa de la otra” me dice otro amigo, que nada tiene que ver con esto de los medios y el periodismo. Pero que también, cada vez que hay una juntada, empieza con eso de que “se están choreando todo”, o “tenemos lo que nos merecemos”. Entonces vuelvo a pensar en eso que había leído (porque los periodistas y comunicadores nos nutrimos con información, con lectura, escuchando radios, viendo tele. No tenemos un don especial de conocer tácitamente la realidad) y que sería bueno equilibrarse, porque si pensamos como los moderados nos daríamos cuenta que nunca suma la cosa extrema, que en todo caso favorece una lectura buena o mala, sin términos medios. Que somos amigos o enemigos, querer ver todo en blanco o negro y negar los grises es una forma de ignorar la realidad, siempre compleja y llena de matices. Así como afirmar que la pura objetividad no existe es un acierto, también lo es señalar la parcialidad de la subjetividad de cada uno. Si todos lo entendemos, nos podemos juntar a tomar una cerveza y a comer un asado sin la necesidad de cuidarnos de lo que vamos a decir, pera que no parezca que estas de un lado o del otro. Para que no parezca que estás polarizado.