Correa fue reelecto como presidente de Ecuador
Datos de boca de urna de al menos tres consultoras distintas indicaron que Rafael Correa alcanzó alrededor de 60 por ciento de los votos, más de 35 puntos porcentuales por arriba del banquero Guillermo Lasso, de Creando Oportunidades, que alcanzaría 23 por ciento.
Los primeros cómputos oficiales tomados del conteo rápido que elaboró el Consejo Nacional Electoral (CNE), conocidos pasadas las 19.15 (las 21.15 en la Argentina), coincidieron en general con las cifras surgidas de los boca de urna.
De confirmarse estos números, las performances electorales del ex presidente Lucio Gutiérrez (Solidaridad Patriótica), de 5%, y del multimillonario Álvaro Noboa, del Prian, de tres por ciento, serían las grandes derrotadas de la elección.
En los comicios de 2009 Correa ganó con 52 por ciento, es decir que ahora podría mejorar la cifra diez puntos por arriba, y en cambio Gutiérrez sacó 28 por ciento.
Una vez conocidos los cómputos extraoficiales, miles de ecuatorianos se volcaron a las calles en las principales ciudades haciendo sonar las bocinas y agitando las banderas verde flúo, y en Quito confluyeron en la plaza de la Independencia, frente al Palacio Carondelet, la casa de gobierno ecuatoriana.
“A esta revolución no la para nadie, estamos haciendo historia, estamos construyendo la patria chica y la patria grande; gracias por esta confianza, nunca les fallaremos, esta victoria es de ustedes”, expresó Correa al saludar a la multitud desde los balcones de la sede gubernamental.
En el paseo público histórico sus simpatizantes se abrazaban y lloraban de emoción, mientras los vendedores ambulantes redoblaban la oferta de comidas al paso para combatir el descenso de temperatura que comúnmente se instala en la capital ecuatoriana a partir de las 18.
Las elecciones se celebraron entre las 7 y las 17 con absoluta normalidad y tranquilidad, según consideraron todos los organismos que brindaron a este proceso sus observadores electorales, entre ellos la Unasur y la OEA.
“En Ecuador manda el pueblo, y ya no mandan ni la bancocracia ni el poder mediático”, aseguró Correa, quien ofreció una conferencia de prensa en la que confirmó su decisión de cumplir este nuevo período de gobierno para luego retirarse de la vida pública, aunque admitió que podría continuar en la política en la órbita de América latina.
Los primeros cómputos oficiales tomados del conteo rápido que elaboró el Consejo Nacional Electoral (CNE), conocidos pasadas las 19.15 (las 21.15 en la Argentina), coincidieron en general con las cifras surgidas de los boca de urna.
De confirmarse estos números, las performances electorales del ex presidente Lucio Gutiérrez (Solidaridad Patriótica), de 5%, y del multimillonario Álvaro Noboa, del Prian, de tres por ciento, serían las grandes derrotadas de la elección.
En los comicios de 2009 Correa ganó con 52 por ciento, es decir que ahora podría mejorar la cifra diez puntos por arriba, y en cambio Gutiérrez sacó 28 por ciento.
Una vez conocidos los cómputos extraoficiales, miles de ecuatorianos se volcaron a las calles en las principales ciudades haciendo sonar las bocinas y agitando las banderas verde flúo, y en Quito confluyeron en la plaza de la Independencia, frente al Palacio Carondelet, la casa de gobierno ecuatoriana.
“A esta revolución no la para nadie, estamos haciendo historia, estamos construyendo la patria chica y la patria grande; gracias por esta confianza, nunca les fallaremos, esta victoria es de ustedes”, expresó Correa al saludar a la multitud desde los balcones de la sede gubernamental.
En el paseo público histórico sus simpatizantes se abrazaban y lloraban de emoción, mientras los vendedores ambulantes redoblaban la oferta de comidas al paso para combatir el descenso de temperatura que comúnmente se instala en la capital ecuatoriana a partir de las 18.
Las elecciones se celebraron entre las 7 y las 17 con absoluta normalidad y tranquilidad, según consideraron todos los organismos que brindaron a este proceso sus observadores electorales, entre ellos la Unasur y la OEA.
“En Ecuador manda el pueblo, y ya no mandan ni la bancocracia ni el poder mediático”, aseguró Correa, quien ofreció una conferencia de prensa en la que confirmó su decisión de cumplir este nuevo período de gobierno para luego retirarse de la vida pública, aunque admitió que podría continuar en la política en la órbita de América latina.