Una conocida marca de electrodomésticos cerró una de sus plantas en Argentina

La multinacional atribuye la medida a la caída del consumo y al aumento de las importaciones. La planta había sido inaugurada hace apenas tres años.

Whirlpool confirmó el cierre definitivo de su planta de lavarropas en el Parque Industrial de Fátima, en Pilar, a tres años de haberla inaugurado con una inversión de USD 52 millones. La decisión implica la desvinculación de 220 empleados, entre operarios, técnicos y personal administrativo.

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La compañía, que opera en la Argentina desde hace 35 años, sostuvo que la medida responde a un contexto de "fuerte desaceleración del consumo y aumento significativo de las importaciones". Con este repliegue, Whirlpool dejará de fabricar en el país y concentrará su actividad local en el área comercial y de distribución.

Los trabajadores fueron notificados este miércoles. "No nos dieron ningún previo aviso, nos acaban de desvincular a toda la empresa, incluido el personal de administración... cierran completamente y nos trajeron un transporte para el que se quiera ir", relató el empleado Ignacio Cabezas a FM Plaza 92.1. 

Según explicó, la planta había pasado de producir entre 500 y 600 lavarropas diarios a apenas 400 unidades, en un mercado donde los productos importados -principalmente desde China- se venden "a mitad de precio".

El cierre sorprendió a un plantel que ya había atravesado despidos eventuales y rumores de vacaciones adelantadas. El impacto alcanza también a áreas de ingeniería, control de calidad y testeo.

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Desde la empresa señalaron que buscan "una reconfiguración estructural" en el país. "Ellos producen con sus manos los lavarropas, son consumidores al final del día... Si en el futuro pudiéramos volver a producir, la idea es que la relación sea a largo plazo", expresaron voceros de Whirlpool al explicar la decisión.

La fábrica, inaugurada en 2022, había sido diseñada para producir 300 mil unidades anuales, con el objetivo de exportar el 70% de su producción. Sin embargo, actualmente apenas alcanzaba las 150 mil unidades, de las cuales la mitad se destinaba al mercado local. Su futuro, por ahora, permanece indefinido.

A pesar del cierre, la empresa aclaró que su presencia en el país "no está en revisión" y que su portafolio de productos seguirá disponible en comercios argentinos. La discontinuación de la planta marca, no obstante, un retroceso significativo en un proyecto que había sido celebrado incluso por autoridades nacionales: en 2023, el entonces presidente Alberto Fernández había recorrido sus instalaciones junto a su gabinete.

Whirlpool atraviesa así una transición clave en su estrategia local, mientras cientos de familias quedan a la espera de negociaciones entre la firma y la Unión Obrera Metalúrgica para definir las condiciones de desvinculación.

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