Perú destituyó a su presidenta tras una crisis de inseguridad y despertó la polémica

El Congreso removió a Dina Boluarte por "incapacidad moral" y asumió el jefe legislativo José Jerí, quien gobernará hasta 2026.

En una sesión maratónica que marcó un nuevo giro en la inestable política peruana, el Congreso destituyó este viernes a la presidenta Dina Boluarte, de 63 años, acusada de "permanente incapacidad moral" para ejercer el cargo. La medida se produjo en medio de una ola de violencia y criminalidad que golpea al país y tras una votación que reunió 123 adhesiones de los 130 parlamentarios presentes.

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En su reemplazo juró como presidente interino José Jerí, abogado de 38 años y líder del Congreso, quien asumió con un mandato que se extenderá hasta julio de 2026. Perú celebrará elecciones generales en abril de ese año. Jerí, al asumir, advirtió: "El principal enemigo está afuera, en las calles, las bandas criminales, las organizaciones criminales. Ellos son el día de hoy nuestros enemigos, y como enemigos debemos declararle la guerra".

La decisión parlamentaria se precipitó tras un tiroteo durante un concierto del grupo Agua Marina, en el sur de Lima, que dejó cinco heridos y evidenció el avance del crimen organizado. El atentado, ocurrido la noche del miércoles, desató alarma nacional y fue considerado por analistas como un detonante político.

Una amplia mayoría de legisladores acordó debatir la vacancia presidencial la noche del jueves, pero Boluarte no se presentó al Congreso para defenderse, lo que habilitó la votación inmediata. Con esta destitución, Perú suma siete presidentes desde 2016: tres removidos por el Congreso, dos renunciados, uno interino que completó mandato y ahora Jerí.

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La expresidenta llegó al poder en diciembre de 2022 tras la caída de Pedro Castillo, de quien era vicepresidenta. Durante sus primeros meses enfrentó más de 500 protestas, sobre todo en la región andina, que dejaron 50 muertos, incluidos ocho menores. Naciones Unidas y otras organizaciones denunciaron uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.

Sin bancada propia ni fuerte respaldo social, Boluarte quedó cada vez más aislada. Partidos que antes la sostenían -Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y Renovación Popular- anunciaron su giro y apoyaron las mociones de vacancia. En total, durante su gestión se presentaron ocho pedidos de destitución, aunque los anteriores no habían prosperado.

Además de la crisis de seguridad, la mandataria enfrentaba múltiples investigaciones fiscales: por la represión en las protestas, por presunto abandono de cargo durante una operación estética no notificada al Congreso y por el escándalo conocido como "Rolexgate", cuando en 2024 fue vista con joyas de lujo no declaradas. Su salida implica la pérdida de fueros y la posibilidad de enfrentar juicios.

En su último mensaje, Boluarte calificó su destitución como una decisión con "profundas implicancias para la democracia" y se definió como "una persona demócrata y mujer que viene de lo profundo, ha sentido en carne propia las carencias y ha sabido trabajar por el bienestar de su pueblo".

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La balacera que precipitó el debate ocurrió en el Círculo Militar de Chorrillos, donde varios tiradores abrieron fuego desde la parte posterior del escenario. Entre los heridos están integrantes fundadores del grupo y un vendedor. El Ministerio del Interior condenó los hechos y reconoció que el evento no contaba con garantías de seguridad.

Lima ha sido epicentro del descontento. Jóvenes organizados en colectivos como Generación Z y transportistas paralizaron la capital en las últimas semanas. En este contexto, el Congreso selló el fin anticipado del gobierno de Boluarte, en un país donde la inestabilidad institucional se ha vuelto regla.

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