El desafío que tendrá Franco Colapinto en su próxima carrera con Alpine
El Gran Premio de Singapur vuelve a presentarse como uno de los fines de semana más exigentes de la temporada de Fórmula 1, no solo por las características del circuito callejero de Marina Bay, sino también por el factor climático, que amenaza con ser decisivo en el desarrollo de la competencia.
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Según el pronóstico, se esperan tormentas eléctricas y lluvias entre jueves y sábado, lo que podría complicar tanto las tandas de clasificación como los entrenamientos libres.
Para el domingo, día de la carrera, se prevén precipitaciones aisladas y un calor sofocante que rondará los 31°, con una humedad superior al 75%, condiciones que pondrán a prueba la resistencia de pilotos y máquinas.
El trazado de Marina Bay es uno de los más desafiantes del calendario: urbano, con curvas cerradas y escaso margen de error. A lo largo de sus más de 60 vueltas, la concentración de los pilotos y la fiabilidad de los autos son claves.
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En caso de lluvia, la dificultad aumenta: el asfalto acumula agua con facilidad y la visibilidad se reduce al mínimo, lo que multiplica los riesgos de accidentes y obliga a estrategias cambiantes con neumáticos de seco, intermedios o de lluvia extrema.