El particular pedido del DT de Palmeiras a sus hinchas antes de la revancha contra River
Palmeiras sacó una ventaja parcial en los cuartos de final de la Copa Libertadores al vencer 2-1 a River Plate en el Estadio Monumental. Gustavo Gómez y Vitor Roque marcaron los goles de un primer tiempo donde el Verdao fue superior en todas las facetas del juego. River descontó cerca del final con Lucas Martínez Quarta, tras una mejoría en la segunda mitad.
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La revancha se jugará este miércoles en el Allianz Parque, y la expectativa se centra en el apoyo de la hinchada brasileña. Abel Ferreira, director técnico del Palmeiras, elogió el fervor de los fanáticos millonarios y pidió que sus seguidores generen una presión similar: "Eso es lo que espero que nuestros hinchas hagan el miércoles. Hay que hacerles sentir a nuestros rivales lo mismo que sentimos nosotros cuando entramos al Monumental con 80 mil personas y el estadio lleno".
El entrenador portugués destacó la dificultad de los encuentros internacionales y la paridad del fútbol moderno: "Hoy en día no hay partidos fáciles. La prueba de eso está en el fútbol sudamericano, en el fútbol europeo, no existen partidos fáciles". Además, defendió el desempeño de su equipo pese a no haber ampliado la diferencia en Buenos Aires: "Me sentí muy orgulloso de mis jugadores porque era intimidante la forma en la que el rival empujaba".
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En la previa del partido en Núñez, la Subcomisión del Hincha organizó un espectáculo que incluyó 44.000 pendorchos en blanco y rojo, 200 tiras para intensificar el efecto visual y una camiseta gigante con la inscripción "El más grande de la historia", en homenaje a la final ante Boca en Madrid. La salida de River estuvo acompañada por bengalas, papelitos y bombas de estruendo, generando un clima de presión y entusiasmo que resaltó la importancia del partido.
El DT de Palmeiras espera que su público reproduzca la intensidad del Monumental en San Pablo, mientras los hinchas millonarios ya dejaron una huella de color y energía que marcó la ida. La revancha promete ser un encuentro cargado de tensión y emoción, tanto dentro como fuera del campo.