La reacción de Donald Trump tras el ataque de Israel contra Qatar

El presidente de Estados Unidos no pasó por alto el accionar del país de Medio Oriente y lanzó una dura crítica.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su "profunda preocupación" tras el ataque de Israel contra líderes de Hamas en Doha, capital de Qatar, un país al que calificó como "aliado y amigo de Estados Unidos". La operación israelí, confirmada como un "bombardeo de precisión", dejó cinco militantes muertos y un agente de policía qatarí entre las víctimas.

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La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, señaló que Trump considera "loable" el objetivo de eliminar a Hamas, pero advirtió que bombardear unilateralmente a una nación soberana "no promueve los objetivos de Israel ni de Estados Unidos". "Este desafortunado incidente podría servir como una oportunidad para la paz", agregó.

El gobierno qatarí, sin embargo, desmintió haber recibido un aviso previo por parte de Washington. "Las declaraciones que circulan sobre que Qatar fue informado del ataque con antelación son falsas. La llamada recibida de un funcionario estadounidense se produjo mientras se oían las explosiones del ataque israelí en Doha", afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Majed al-Ansari.

Tras los hechos, Trump conversó con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien le aseguró que "desea lograr la paz rápidamente". Más tarde, el mandatario norteamericano se comunicó con el emir Tamim bin Hamad al Thani y con el primer ministro qatarí, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, a quienes agradeció "su apoyo y amistad" y les garantizó que "algo así no volverá a ocurrir en su territorio".

Israel justificó la operación señalando que los líderes atacados "han encabezado las operaciones de la organización terrorista Hamas durante años, siendo responsables de la masacre del 7 de octubre de 2023 y de orquestar la guerra contra el Estado de Israel". No obstante, Hamas confirmó que su cúpula negociadora sobrevivió al ataque, aunque reconoció la pérdida de cinco de sus miembros.

La ofensiva generó un fuerte rechazo en el mundo árabe. Emiratos Árabes Unidos, firmante de los Acuerdos de Abraham, calificó la acción de "flagrante y cobarde". Arabia Saudita habló de una "brutal agresión" contra la soberanía qatarí, mientras que Egipto advirtió que la operación "sienta un peligroso precedente".

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Desde el ámbito religioso, el papa León XIV manifestó su "profunda preocupación" por las consecuencias del ataque, en tanto que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, destacó el papel de Qatar en las negociaciones para un cese al fuego y en la liberación de rehenes.

El impacto también se trasladó a los mercados: el precio internacional del petróleo subió más de un dólar por barril tras conocerse la ofensiva. La crisis, que mezcla tensiones diplomáticas, intereses energéticos y el conflicto israelí-palestino, amenaza con abrir un nuevo capítulo de inestabilidad en la región.

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