El crudo mensaje de la barrabrava de Boca a los jugadores tras el devastador presente del club

"La 12" mostró su descontento con los resultados del equipo y apuntó directamente contra los futbolistas, sin mencionar a la dirigencia.

En medio de una de las peores rachas deportivas de su historia reciente, Boca Juniors enfrenta no solo el descontento de su hinchada, sino también el duro mensaje de su barrabrava, "La 12", que usó sus redes sociales para responsabilizar directamente al plantel profesional por el presente futbolístico del club.

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"A ver, a ver los jugadores si pueden oír, con la camiseta de Boca es ganar o morir", publicó la cuenta oficial de "La 12" en su historia de Instagram, replicando un tradicional cántico de las tribunas pero en tono de advertencia. El mensaje fue interpretado como una presión explícita hacia los futbolistas, en un momento de máxima tensión en el vestuario que dirige Miguel Ángel Russo.

La bronca de la barra se dio luego de la eliminación en los 16avos de final de la Copa Argentina ante Atlético Tucumán, una derrota que dejó al "Xeneize" fuera de toda competencia internacional y sin posibilidades en el segundo certamen local más importante. Actualmente, el equipo ocupa el puesto 13 en el Torneo Clausura 2025, tras haber sufrido una dura caída ante Huracán en la última fecha.

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La situación crítica se refleja no solo en los resultados sino también en el clima institucional. El próximo compromiso ante Racing Club podría ser determinante: una nueva derrota marcaría un punto de no retorno para el ciclo de Russo, y pondría en serio riesgo la continuidad del entrenador.

Además, crecen las críticas a la dirigencia. El presidente Juan Román Riquelme, quien había prometido "un año divertido" para los hinchas, comienza a enfrentar cuestionamientos internos y externos por la falta de resultados y la conducción del club en tiempos adversos.

Desde la interna de la hinchada hasta los pasillos del club, el desconcierto es total. La falta de rumbo futbolístico, las decisiones dirigenciales y la ausencia de figuras que se pongan el equipo al hombro profundizan una crisis que ya dejó de ser coyuntural para transformarse en estructural.

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